Lula da Silva mostró su apoyo a Daniel Scioli, el candidato oficialista de Argentina que se postuló para la presidencia. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO
El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva comenzará el miércoles una visita de tres días a Argentina en la que compartirá varios actos públicos con el candidato oficialista a la Presidencia argentina, Daniel Scioli, a menos de dos meses de los comicios.
En vísperas de su viaje, Lula expresó en una entrevista con el diario argentina Página 12 su deseo de que “Scioli gane las elecciones” del 25 de octubre y mañana se mostrará junto a él en la inauguración de una Unidad de Pronta Atención (UPA) en la localidad bonaerense de José C. Paz, acto para el que también se prevé la presencia de la mandataria argentina, Cristina Fernández.
Estos pequeños consultorios médicos, que Scioli considera uno de los éxitos de sus ocho años de gestión como gobernador de la provincia de Buenos Aires, se inspiraron en un modelo de salud implantado en Río de Janeiro bajo la presidencia de Lula (2003-2010).
El jueves, Lula intervendrá en la apertura del tercer Congreso Internacional de Responsabilidad Social que se llevará a cabo en Buenos Aires, al que también están invitadas otras figuras internacionales, como los premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú (Guatemala) y Kailash Satyarthi (India).
Ese mismo día, por la tarde, el exmandatario brasileño será investido doctor honoris causa por la Universidad Nacional de La Matanza, ubicada en el corazón de esta populosa ciudad del conurbano bonaerense que es considerada uno de los grandes bastiones del kirchnerismo.
La visita de Lula, a la que seguirá otra del presidente boliviano, Evo Morales, la próxima semana, busca reflotar la imagen de Scioli tras las críticas a su gestión de las inundaciones que castigaron el mes pasado la provincia de Buenos Aires, que comprende a más de un tercio del padrón electoral.
A menos de dos meses de las elecciones, la mayoría de encuestas pronostican que Scioli vencerá los comicios del próximo 25 de octubre, pero por un margen insuficiente para ser elegido presidente en primera vuelta, lo que obligaría a una segunda vuelta en noviembre.