Se nos va Lula, uno de los presidentes más mediáticos que ha tenido América Latina en su historia.
Tan mediático que se convirtió en el más mediador del mundo: se dio modos para aparecer en la televisión entre israelíes y palestinos, entre gringos e iraníes, entre Shakira y Lady Gaga, entre Corinthians y Flamengo, entre Pelé y Maradona, entre los policías insubordinados y el presidente Correa (no, mentira, a esta no alcanzó).
Tan mediático que anda medio preocupado de que no lo nombren candidato a secretario general de las Naciones Unidas.
Y tan mediático que, por si acaso no le resultara captar el poder en la ONU, si ganara las elecciones su sucesora, a la nueva presidenta la tendrá en el bolsillo izquierdo.
O, mejor dicho, la nueva presidenta será el dedo acusador del super mediático Lula.