El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, visita la fábrica de costura Slavyanka en Bobruisk, a unos 150 km de Minsk, Bielorrusia, el 21 de abril de 2020. Foto: EFE
El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, y otros altos funcionarios del país, han salido el sábado 25 de abril del 2020 en primera línea de trabajo voluntario nacional, sin importarles que prácticamente el resto del mundo esté en cuarentena debido a la pandemia.
“Cuando tomé esta decisión, estaba a favor del sábado de trabajo voluntario de trabajo de modo unívoco. Nosotros, los funcionarios, giraremos el salario de hoy al fondo de sábado de trabajo voluntario, porque se trata de una causa sagrada”, declaró el mandatario bielorruso, citado por la agencia Belta.
Lukashenko, opuesto desde un principio a cualquier medida restrictiva ante la pandemia del nuevo coronavirus, explicó que “nada sustenta la postergación o cancelación del sábado rojo republicano, porque la gente de todos modos trabajan el viernes, y nada cambiará si trabajan también el sábado”.
Además, defendió que en la actualidad en Bielorrusia no se observa la necesidad de cancelar las actividades públicas y dijo que “si todo sigue así, sobrepasaremos esto”.
Durante el sábado de trabajo voluntario, el mandatario bielorruso se dedicó a plantar árboles en el parque nacional de Pripiat, que sufrió daños ecológicos a consecuencia del accidente en la central electronuclear de Chernobil.
A diferencia de los países vecinos, que han promovido cuarentenas y limitación de movilidad a fin de frenar la epidemia, Lukashenko resta importancia a la pandemia asegura que en su país nadie ha muerto de coronavirus, sino de enfermedades crónicas previas al contagio.
Según los datos más recientes, en Bielorrusia se han detectado 8 773 pacientes positivos de la covid-19, de los cuales han muerto 63.
El Ministerio de Sandidad del país especifica que las víctimas mortales padecían de una serie de enfermedades crónicas a las que achaca el verdadero motivo de los decesos.