La emergencia en el sureste de México por las inundaciones, agravadas por el paso del huracán Karl que dejó 12 muertos y medio millón de afectados, causó desesperación en varios poblados anegados donde se registraron saqueos de comercios.
El presidente Felipe Calderón, quien sobrevoló este lunes la zona más afectada en el estado de Veracruz (este), dijo que la prioridad del Gobierno se centrará en el envío de agua, comida y medicinas, pero al mismo tiempo en garantizar la seguridad de las comunidades. “El Ejército y la Marina tienen instrucciones de reforzar la vigilancia”, manifestó.Según un balance entregado por la directora del servicio estatal de Protección Civil, Laura Gurza, 12 personas murieron como consecuencia directa de los efectos del paso de Karl, antes de disiparse el fin de semana.
La preocupación por el número de muertos no era sin embargo la prioridad de las autoridades, ante la multiplicación de denuncias de saqueos a comercios.
El secretario de gobernación de Veracruz, Sergio López, reconoció que 11 personas han sido detenidas por saqueos en tiendas y supermercados, la mayoría en las comunidades aledañas al puerto de Veracruz.
También señaló que en los puntos más afectados por la emergencia “se ha dispuesto reforzar el personal de seguridad pública”.
Los saqueos afectaron a pequeños comercios en las comunidades de Medellín del Bravo, Boca del Río y La Antigua, vecinas al puerto de Veracruz, el más golpeado por la emergencia de las inundaciones creadas por Karl, según las imágenes transmitidas por medios locales.
Las imágenes mostraban a grupos de pobladores que avanzaban entre las aguas con carritos de supermercados con alimentos, cajas de cervezas y otros artículos, retirados de comercios cuyas puertas fueron violentadas.
El comandante de la VI región militar, general René Carlos Aguilar, dijo que ante las denuncias de saqueos y rapiñas se dispuso incrementar la vigilancia.
El gobernador de Veracruz, Fidel Herrera, señaló que 112 de los 274 municipios del estado permanecen bajo el agua y estimó que el paso de Karl dejó en esa entidad 500 000 afectados, entre ellos 40 000 que fueron trasladados a refugios o albergues.
“Lo peor de la emergencia no ha pasado, hacemos frente a un enorme desafío”, pues las lluvias que siguen en las zonas montañosas incrementarán el caudal de unos 20 ríos, afirmó Herrera.
A su juicio, las consecuencias del huracán incrementarán los efectos sobre la economía de la región, ya seriamente golpeada desde antes por las inundaciones causadas desde fines de agosto.
El Gobierno califica a esta temporada como la peor desde que se cuenta con registros en el país.
Tras la inspección a la zona devastada, el presidente Calderón delineó tres etapas de ayuda para los miles de damnificados. La primera, bajar el nivel de la inundación y apoyar a las personas que se refugiaron en albergues.
La otra abarca la reparación de casas e inmuebles dañados por el ciclón, y la tercera reponer enseres domésticos que perdieron las familias por la inundación.