El Informe anual de la OCDE revela que 470 000 inmigrantes llegaron a España en 2009, frente a los 690 000 de 2008. Para la OCDE, el deterioro del mercado de trabajo ha frenado la llegada de éstos. Los ecuatorianos son los extranjeros más afectados por la pérdida de empleo.
La llegada de inmigrantes a España se redujo considerablemente en 2009, 470 000 inmigrantes llegaron ese año a este país, frente a los 690 000 que lo hicieron en 2008. Los datos corresponden al Informe Anual 2011 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
El descenso en la llegada de inmigrantes no solo tuvo lugar en España, considerando a todos los países de la OCDE, el informe señala que la migración hacia los países de la Organización cayó un 7 % en 2009. Según la Organización, este descenso refleja la escasa demanda de trabajadores por parte de esos países.
En España, el deterioro del mercado laboral entre los inmigrantes, provocó que en 2009, 340 000 extranjeros perdieran su trabajo, constituyendo más de la tercera parte de los 1,2 millones de empleos perdidos en el país ese año. Las nacionalidades más afectadas por la pérdida de empleo tanto en términos absolutos como en relativos, fueron por este orden: la ecuatoriana, rumana y marroquí.
Según el informe, la ecuatoriana también es una de las nacionalidades mayoritarias entre los 16 000 extranjeros que entre noviembre de 2008 y julio de 2010 regresaron a sus países de origen con la asistencia del Programa de Retorno Voluntario de Trabajadores Extranjeros no Comunitarios. Otras nacionalidades con presencia destacada entre los retornados son la colombiana, argentina y peruana. Por otra parte el Programa de Retorno Social, al que también pueden acogerse los inmigrantes irregulares registró más de 4 000 retornos en 2009.
El documento destaca que el número de inmigrantes irregulares que llegaron a España por mar y fueron detenidos, continúa decreciendo, pasando de los 13 000 de 2008 a alrededor de 7 000 en 2009 y menos de 4 000 en 2010.
Según la OCDE el número de inmigrantes regulares en España continuó creciendo en 2009 pero empezó a caer en los primeros tres trimestres de 2010, situándose por debajo de los 4,8 millones de personas a finales de septiembre del año pasado. No obstante la disminución no fue uniforme entre los diferentes grupos de inmigrantes pues los nacionales de países comunitarios aumentaron en 130 000 personas, mientras que los extracomunitarios redujeron su número en 170 000 individuos.
En cuanto al conjunto de países de la OCDE, en 2009, la migración hacia el interior de estos alcanzó los 4,3 millones de personas frente a los 4,5 millones de 2008. El documento apunta que los últimos datos nacionales sugieren que en 2010 la caída ha sido más pronunciada.
Este descenso ha sido particularmente marcado en los países asiáticos de la OCDE y en la mayoría de naciones europeas como: República Checa, Irlanda, España y Suiza.
El movimiento entre los países de la Unión Europea se redujo en un 22 %. Por el contrario, en 2009, la migración permanente hacia Australia, Canadá y los Estados Unidos aumentó ligeramente.