Un migrante recoge sus pertenencias del centro de detención que fue bombardeado por rebeldes en Libia. Foto: EFE
Unos 300 migrantes continúan recluidos en el centro de Tajura, cerca de la capital libia, Trípoli, tras un bombardeo aéreo que provocó más de 44 muertos y 130 heridos, informó este jueves 4 de julio de 2019 la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), organismo de la ONU.
Sobre los más de 600 migrantes que se encontraban en el centro, “300 aún continúan en el sitio”, recibiendo asistencia humanitaria de la OIM, afirmó a la AFP Safa Msehli, encargada de comunicaciones en la oficina de esta organización en Libia.
Msehli no pudo confirmar la información según la cual decenas de migrantes habrían huido el martes de noche, tras el ataque aéreo.
Sin embargo, este jueves en un comunicado, la OIM destacó que sus equipos habían “localizado” y trasladado a un hospital “a un grupo de migrantes heridos en los barrios circundantes, después de que salieran de Tajura a causa del bombardeo”.
“El ataque del martes de noche costó la vida a personas inocentes, y todas las partes deben actuar inmediatamente”, indicó el jefe de la misión de la OIM en Libia, Othman Belbeisi, citado en el comunicado.
“Los sufrimientos de los migrantes en Libia se han vuelto intolerables. Debe quedar claro a todos que Libia no es un lugar seguro y que miles de vidas continúan en peligro”, añadió.
Este drama causó conmoción internacional el miércoles, pero Estados Unidos impidió que el Consejo de seguridad de la ONU adoptase, en reunión de urgencia ese mismo día, una condena unánime a este ataque mortal.
Según la OIM, entre los más de 600 migrantes retenidos en Tajura, 187 estaban inscritos en su programa de “retorno voluntario”. Ésta recuerda que aún quedan unos 3 300 migrantes “en riesgo”, en las afueras de Trípoli.
Agencias de la ONU y ONG’s humanitarias manifiestan repetidamente su oposición a que los migrantes detenidos en altamar sean llevados a Libia, en caos desde la caída de Muamar Gadafi en 2011, donde son puestos en “detención arbitraria” o a merced de las milicias.
Su situación es más crítica desde el comienzo de la ofensiva, el 4 de abril, del mariscal Jalifa Haftar, hombre fuerte del este de Libia, para conquistar Trípoli, sede del Gobierno de Unidad Nacional (GNA) reconocido por la ONU.