El exmilitar de la Manada, Alfonso Jesús Cabezuelo (segundo a la izquierda), y José Ángel Prenda “el Prenda” (izquierda), salen de los Juzgados de Sevilla tras firmar en el día en el que el caso llega al Tribunal Supremo, que estudió los recursos contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia. Foto: EFE
El Tribunal Supremo español (TS) reprochó en la sentencia contra ‘La Manada‘ que los cinco hombres condenados por violar a una joven de 18 años celebraran como “un triunfo” lo que en realidad era una “violación múltiple, en la que “la víctima sufrió” todo el tiempo.
El TS hizo público este viernes 5 de julio de 2019 la sentencia contra esos cinco hombres, conocidos como ‘la Manada’, cuyo fallo ya adelantó hace dos semanas, con lo que cerró un caso de 2016 que se hizo famoso en todo el mundo.
La sentencia del Supremo por primera vez se dio la razón a la víctima, al considerar que la agresión sexual que sufrió en julio de 2016 durante los Sanfermines en Pamplona, una de las fiestas más multitudinarias y conocidas de España, fue una violación y no un abuso sexual. Según información obtenida por el diario ABC de España, la víctima fue violada 10 veces en un minuto y 38 segundos.
La decisión del TS aumentó de 9 a 15 años de prisión para los condenados, con lo que cerró un caso de una gran repercusión social y que se había convertido en un emblema de la lucha feminista, después de que miles de mujeres y hombres protestaran en las calles contra la sentencia de un tribunal inferior, la Audiencia de Navarra, que había considerado los hechos como “abuso sexual“, con una menor pena.
El Tribunal Supremo, en su sentencia, pone en valor el “exceso de la intimidación ejercida” por los cinco condenados -ya en prisión-, quienes además de llegar a cometer “al menos diez agresiones sexuales” estuvieron grabando en vídeo y fotografiando a la víctima, situación que le fue “impuesta” a la joven y de la que se desprende “una clara denigración como mujer”.
Los jueces consideran que los condenados posaron “en actitud jactanciosa”, lo que implica una “situación de triunfo“, que quisieron dar proyección pública a través de las redes sociales, cuando en realidad habían cometido “una violación múltiple“, de “enorme sordidez y crudeza”.
Los magistrados rechazan que su sentencia responda a una “supuesta manipulación mediática o conspiración política“, dada la repercusión del caso, y dicen que ha sido un proceso con “todas las garantías”, donde los jueces han decidido con libertad, con lo que refutan el argumento de la defensa acerca de a existencia de un “juicio paralelo“.