El futuro inquilino de la Casa de Nariño, Juan Manuel Santos, ha dejado claro a Colombia y a la región que en sus planes no está heredar el estilo duro y de confrontación que Álvaro Uribe ejerció por ocho años. En sus primeras horas como Mandatario electo, ha enviado señales de que el diálogo, la unidad nacional y la “prosperidad democrática” serán los sellos de su Gobierno, que irá más allá de la “seguridad democrática” creada por su antecesor.
La primera diferencia visualizada en sus primeros pronunciamientos y acciones es que la popular “seguridad democrática” no será el eje de su administración. Aunque ha prometido mantenerla y combatir con mano dura a los grupos rebeldes, Santos anticipó que su administración dará paso a la “prosperidad democrática”. “Trabajo, salud, educación, vivienda digna y oportunidades para todos”.Esas son las ofertas del Mandatario electo, que ha anticipado desde ya un Gobierno con rostro social para tratar de reducir cifras económicas alarmantes: 45,5% de pobreza, 12,5% de desempleo y más del 50% de la población económicamente activa en la informalidad.
Por ello, nada más conocido el triunfo, Juan Carlos Echeverry, designado ministro de Economía, fue el primero en salir a explicar a los medios el programa económico. Según el futuro miembro del Gabinete, una vez que Uribe “pacificó” el país, es hora de aplicar medidas productivas y sociales concretas. Entre ellas, una reforma urgente al debilitado sistema de salud colombiano, así como la inversión de recursos en el agro y el impulso a obras de infraestructura, tres sectores descuidados en Colombia.
Y ayer, durante la primera reunión de transición entre Uribe y Santos, fue evidente que al próximo gobernante le interesa enfocarse en el componente económico. En la Casa de Nariño no se trataron temas como seguridad o narcotráfico, sino la situación económica del país. Santos recibió de manos del Ministro de Hacienda saliente cifras sobre el presupuesto y un informe sobre el estado de los proyectos prioritarios.
Además, revisaron el estado de los acuerdos de libre comercio que Colombia ha negociado y suscrito durante los ocho años de gestión del uribismo.
La apertura al diálogo y a la unidad con los otros actores políticos e institucionales es otra de las diferencias que Santos ya se encargó de dejar marcadas frente a Uribe. Para comenzar habló telefónicamente con el ex presidente Germán Vargas, quien había sido parte de la coalición oficialista, pero que cayó en desgracia con Uribe por haberse opuesto a su proyec-to de segunda reelección.
Asimismo, empezó a surtir efecto su invitación a concertar con el Liberalismo, partido opositor al Régimen durante ocho años. Su jefe máximo, Rafael Pardo, dijo ayer que a raíz de la victoria de Santos es necesario dialogar, para buscar puntos de acuerdo.
Pero quizá la más grande demostración de las diferencias fue la invitación formal que realizó Santos a dialogar con la Función Judicial, que mantuvo un ‘choque de trenes’ con Uribe. Ofreció independencia y autonomía, dos principios que las Altas Cortes veían en riesgo. La respuesta fue inmediata: el titular de la Corte Suprema aplaudió la posición de Santos y anunció que estará complacido de reunirse con él.
“Uribe ha sido guerrero, frentero, poco diplomático. Santos es más reposado, más diplomático y más tranquilo” sostiene el analista Ramón Elejalde.
Ese carácter aparentemente más sosegado del Mandatario electo también se dejó entrever sobre el futuro de las difíciles relaciones con Ecuador y Venezuela.
A diferencia de Uribe, que ha tenido rencillas personales con su par venezolano Hugo Chávez, Santos no dudó en invitar a los gobernantes de ambos países a dejar atrás las dificultades y proyectarse juntos al futuro. Además, en el primer discurso fue bastante cauto para no referirse a temas que pudieran resultar sensibles para Quito y Caracas, como el ataque a Angostura (2008). Sin embargo, en Colombia aún se espera a que empiece el nuevo régimen, el 7 de agosto, para saber hasta qué punto Santos imprimirá un estilo diferente al de su antecesor.
Las reacciones luego del triunfo
Brasil
Lula propone a Santos fortalecer la Unasur
El presidente brasileño, Luiz Lula da Silva, felicitó a Juan Manuel Santos por su victoria en los comicios colombianos y le propuso fortalecer la Unasur (Unión de Naciones Suramericanas). Lula envió una carta al Mandatario electo en la que
espera tener una reunión “en breve” e hizo votos para el “fortalecimiento de Unasur como instrumento de paz, cooperación y desarrollo de la región”.
Estados Unidos
Washington espera una ‘continuidad’
Estados Unidos felicitó al presidente electo, Juan Manuel Santos, en unas elecciones que calificó de “pacíficas y transparentes” y se manifestó convencido de que con el nuevo Mandatario las relaciones bilaterales estarán marcadas por la “continuidad”. Según el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, su país no espera ningún cambio significativo en la relación bilateral.
Venezuela
El presidente Chávez dice que estará ‘atento’
Venezuela felicitó ayer a Santos y dijo que estará “atento” a su gestión, con miras a un cambio en las relaciones bilaterales, que están congeladas desde el 2009. La Cancillería agregó que Caracas “estará muy atenta, no solo a las declaraciones de los voceros del nuevo Gobierno, sino a los hechos que vayan perfilando el tipo de relaciones que pueda ser posible llevar con sinceridad y respeto” .
Colombia
Mockus descarta integrar el Gobierno
Antanas Mockus, ex candidato a la Presidencia, ratificó ayer que su Partido Verde no participará en el gobierno de Juan M. Santos, a fin de mantener su “independencia” . “Claramente el partido quiere preservar su independencia y poder muy tranquilamente mirar iniciativa por iniciativa, ni casarnos con que todo va a ser bueno, ni dedicarnos por principio a solo ver lo malo”. Agencias
Amplia mayoría en el Congreso
Con un oficialismo ampliamente mayoritario en el Congreso y una oposición pequeña y dividida, el futuro no podría presentársele mejor al próximo presidente, Juan Manuel Santos, en cuanto a gobernabilidad.
En el futuro Senado, de 102 miembros, Santos no solo contará con los 28 votos de su Partido de la Unidad Nacional (U), los 24 del Partido Conservador (PC) y los ocho del Partido derechista Cambio Radical (CR), sino también con la gran mayoría de los 13 del Partido Liberal (PL), colectividad que hizo oposición al presidente Álvaro Uribe pero ahora mayoritariamente se suma al oficialismo.
A eso deben sumársele en el futuro Senado los ocho representantes del ultraderechista Partido de Integración Nacional (PIN), uribista pero mantenido a distancia por su desprestigio, derivado de que está formado por acusados de proximidad con el paramilitarismo.
El virtual regreso del PL al oficialismo, al lado del PC, y de fuerzas que como la U, CR y el PIN son liderados por ex militantes liberales o conservadores, señala, según analistas, que los dos viejos partidos históricos no tienen partida de defunción, como sostienen otros observadores.
En el Senado la única oposición abierta que le espera a Santos es la de los ocho miembros del partido izquierdista Polo Democrático Alternativo (PDA), pues el líder del Partido Verde (PV), Antanas Mockus, anunció que esa fuerza, que tendrá cinco senadores, se opondrá a lo que considere negativo pero apoyará lo positivo.
Por el carácter ecléctico del Partido Verde, en el que confluyeron líderes de derecha, centro e izquierda, no parece claro cómo se moverá esa bancada, que aunque pequeña puede tener influencia cualitativa. DPA
Correa felicitó a Juan M. Santos
El presidente ecuatoriano Rafael Correa telefoneó la mañana de ayer a Juan Manuel Santos, para felicitarlo por su triunfo electoral del domingo.
Así lo reveló la tarde de ayer Santos, durante la primera rueda de prensa que ofreció en calidad de Presidente electo de Colombia. “El presidente Correa me llamó de forma muy amable, saludamos y quedamos en buscar la forma de establecer una especie de ruta crítica para mejorar aún más las relaciones y acelerar ese proceso”.
Santos anunció que formalmente desde el día de su posesión, su equipo diplomático pondrá todo el énfasis para impulsar los diálogos con Ecuador para superar la crisis generada por el ataque colombiano a Angostura, en marzo del 2008.
Sin embargo, recordó que el Gobierno saliente del presidente Álvaro Uribe gobernará hasta el 7 de agosto y, por lo tanto, tiene toda la autoridad para continuar los diálogos bilaterales.
Por ello, anunció que respetará todas las gestiones que lleve adelante el canciller colombiano Jaime Bermúdez, quien junto con su par ecuatoriano, Ricardo Patiño, lidera la comisión de Asuntos Sensibles. Esa instancia analiza los pedidos de cada país para normalizar de manera absoluta sus nexos diplomáticos. Entre ellos figura el proceso penal que la Justicia ecuatoriana adelanta contra Santos, por su condición de ex Ministro de Defensa que ordenó el bombardeo a Angostura y que dejó 25 muertos.
El canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, catalogó como un gesto de buena voluntad las palabras del Presidente electo sobre propiciar y favorecer la integración regional y mejorar las relaciones bilaterales. Patiño dijo que espera que las promesas hechas por Santos en su discurso del domingo se concreten.