Juan Falconí, ex superintendente de Bancos, negó haber llamado a Mariana Yépez, en abril del 2000, cuando ella era fiscal general y realizó un viaje a Bogotá, Colombia.
En una entrevista con este Diario, publicada el domingo pasado, Yépez aseguró que Falconí la llamó a Bogotá para pedirle que no presentara la excitativa fiscal, cuyo borrador había elaborado la Unidad de Delitos Financieros, en contra de los hermanos Roberto y William Isaías, por un supuesto peculado. “En medio de la investigación (del caso Filanbanco), mientras yo estaba en Bogotá, me llamó Juan Falconí, entonces superintendente de Bancos, para pedirme que no presentara la excitativa, porque me iba a dar mayores elementos…
Luego me envió el informe del intendente de instituciones Financieras Pedro Delgado. Ese reporte no hablaba de peculado, establecía anomalías en los préstamos y en los avalúos”, sostuvo Yépez al referirse a la mención de su actuación en este caso en un cable filtrado por Wikileaks a este Diario.
No obstante, Falconí enfatizó: “Es falso que la llamé, eso habría sido absurdo porque yo recién me había posesionado como Superintendente de Bancos el 4 de abril del 2000. Es simplemente imposible que le hubiese pedido que demorase el informe de Filanbanco porque iba a entregarle ‘mayores elementos’. Esto se corrobora porque yo le envié el informe (que ordené y coordiné), el 15 de junio del 2000. No en abril (el informe revisado por este Diario así lo certifica)”.
Todavía se podría verificar con los sistemas de computación, agrega Falconí, si en Bogotá ella recibió o no llamadas desde Ecuador y de parte de quién. “Podría también exhibir los comprobantes de gastos en el tema dizque de salud de la hija y, se pueden comprobar los movimientos migratorios, de los que tengo algunos certificados”.
Según Falconí, José Ramón Marín, director de la Unidad, elaboró el proyecto de excitativa fiscal el 10 de abril del 2000, “que Yépez no acogió cuando ya llevaba un año dizque estudiando el caso y por su retraso, la Comisión Anticorrupción pidió que se la enjuiciara por prevaricato y en el Congreso se pidió su juicio político”.
“Necesitaba, pues, el informe de la Superintendencia para justificar ante Isaías que no era su iniciativa empezar el juicio contra ellos sino de la Superintendencia de Bancos. Por la represalia de ella contra Ramón Marín, este tuvo que enjuiciar a la ex fiscal Yépez”, sostiene Falconí, quien agrega que la Superintendencia no podía establecer ningún delito sino solo narrar los hechos.