Un pareja de emigrantes peruanos residentes en Canarias (islas del Atlántico español) consiguieron ganar la batalla legal para que España conceda la nacionalidad a su hijo mayor sin exigirle el examen de conocimiento político y cultural del país. Es un requisito habitual para estos casos, pero que parecía infranqueable para un joven con un 71% de discapacidad intelectual.
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“¡Soy ciudadano español peruano!”. Por los pasillos de la notaría de donde acaba de jurar la Constitución, Jesús, de 35 años, no para de sonreír y de dar las gracias a todo el que se encuentra. También sonríen sus padres, Jesús y Nancy, dos emigrantes peruanos que se mudaron de Lima a España hace dos décadas.
Entonces, se subieron al avión con la única intención de garantizar un futuro para sus tres hijos, entre ellos Jesús, un muchacho que al poco de nacer sufrió una meningitis que le produjo secuelas físicas y un retraso mental.
“Traerlo fue ya librar una gran batalla”, contaba la mujer hace justo un año. Viajó primero con César, el hijo pequeño, pero cuando lo intentó con Jesús se topó con que los ingresos del hogar, donde solo entraba una nómina, no daban para reagrupar a la familia.
Con el tiempo, Nancy empezó a abrirse camino en España: logró un contrato de trabajo, el permiso de residencia y, años más tarde, la nacionalidad. El último paso fue que Jesús viajara a Canarias.
Solicitaron la nacionalidad también para él, pero el Ministerio de Justicia les comunicó en marzo de 2024 que no le dispensaba de someterse al examen de Conocimientos Constitucionales y Socioculturales de España, porque consideraba que su discapacidad “no es causa suficiente”.
Ese examen, de 25 preguntas, sondea si el candidato a la nacionalidad está integrado en el sistema político y la cultura del país.
Posibles preguntas
Algunas de las preguntas posibles son: “¿Cuántas provincias tiene España?, ¿Quién compuso ‘El amor brujo’? o ¿Cuántas firmas, como mínimo, deben recoger los ciudadanos para poder presentar una proposición de ley?”
En todo este tiempo, Nancy contó con el asesoramiento de la asociación Entre Mares. La técnica del Servicio de Atención e Información a las personas Migrantes de Fuerteventura, María Greco, explica cómo, tras denegar la dispensa del examen, se le trasladó la posibilidad de “acceder a las pruebas adaptadas que el Instituto Cervantes tiene para las personas con algún tipo de discapacidad, como sordomudas, ciegas y analfabetas de origen”.
Nacionalidad española por residencia
Sin embargo, entre las situaciones excepcionales reconocidas por la normativa no aparece la discapacidad intelectual, por lo que Entre Mares elevó una queja al Defensor del Pueblo y recurrió.
La medida surtió efecto y Jesús quedó exonerado de pasar por el examen, pero “eso no significaba que le dieran la nacionalidad, porque el expediente siguió su tramitación“. Fue ahora, el 13 de febrero, cuando Jesús recibió la notificación de que se le concede la nacionalidad española por residencia.
Un mes después de recibir la resolución del Ministerio de Justicia, Jesús juraba la nacionalidad española en una notaría de Puerto del Rosario junto a sus padres. Esa mañana Nancy se despertó “con mucha alegría” y empezó a cocinar arroz con pollo y papas a la huancaína, un plato típico de Perú y el favorito de Jesús.
Minutos antes de entrar al notario, Nancy reconocía que el camino hasta llegar a este momento fue muy duro: “Me sentí nerviosa y preocupada. Perdió la esperanza porque pensaba que no se iba a lograr después de hacer varias apelaciones y ver que no nos contestaban”.
Lo más duro, aseguró, “fue la incertidumbre y el temor de que nos pudiera pasar cualquier cosa a los padres y no saber qué podía ocurrir con Jesús”. “Ahora, su situación va a cambiar porque podremos hacer todos los trámites para que esté protegido”, dice aliviada.
Jesús trabaja desde 2018 en el Complejo Ambiental de Zurita, en Fuerteventura, a través de la asociación Adisfuer.
“Para mí es un sueño cumplido, me siento contento y feliz“, asegura el joven, mientras rememora las dificultades y escollos que tuvo que sortear hasta llegar a este momento.