En la presentación de sus resultados récord, el presidente de Apple, Steve Jobs, arremetió con inusual energía contra sus competidores, sobre todo Google. No tuvo pelos en la lengua.
“Abortos”, calificó Jobs a los ‘tablets’ (portátiles táctiles) de la competencia con una pantalla más pequeña que su querido iPad. El mensaje: lo que no viene de Apple no sirve.
El señor de los iPhones, iPods y computadoras Mac hizo una de sus escasas apariciones para anunciar las cifras récord de la empresa en el último trimestre. Inició una batalla verbal contra BlackBerry, Microsoft o Nokia. “Los fabricantes tendrán que aprender la dura lección”, sentenció Jobs.
Criticó el sistema operativo para móviles Android de Google, el principal competidor del iPhone. Android es una contrapropuesta al mundo Apple: abierto e inestalable en cualquier aparato, pero confuso y a veces con crecimiento algo descontrolado.
Apple en cambio mantiene el mayor control posible sobre su sistema operativo iOS -usado en los iPhones, iPads y iPods touch-. La idea es que haya pocos aparatos diferentes, el mismo concepto de uso y un fabricante. En el caso de Android intervienen varios fabricantes, hay smartphones de todo tipo y con distintas formas y tamaño de pantalla, con teclado o sin.