El líder del grupo chií libanés Hizbulá, Hasán Nasrala, advirtió este jueves 19 de septiembre de 2024 a Israel de que traspasó “todos los límites” con las recientes explosiones de aparatos en manos de sus integrantes. Prometió una respuesta “difícil”, mientras el saldo de los ataques alcanza ya los 37 fallecidos y casi 3 000 heridos.
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Explosiones en espacios públicos
El clérigo chií criticó que muchas de las explosiones tuvieron lugar en espacios públicos con presencia de civiles, por lo que no solo estuvieron dirigidas contra miembros de Hizbulá, sino también contra “todo el entorno que les rodeaba”.
El miércoles, poco más de 24 horas después de la primera oleada, explotaron en cadena un gran número de “aparatos de radio”, confirmó Nasrala.
Miedos a una escalada
El país aún vive la resaca de lo ocurrido en los últimos dos días, con centenares de personas ingresadas en hospitales de todas la regiones. Esta misma mañana, el Ejército anunció que sus unidades especializadas comenzaron a detonar de forma controlada una serie de aparatos de comunicación “sospechosos” en diferentes zonas, pidiendo a la población que informe sobre la presencia de “cualquier” máquina anormal.
Incluso la Autoridad de Aviación Civil emitió una orden prohibiendo “hasta nuevo aviso” el transporte de mensáfonos y walkie talkies en los vuelos desde y hacia el Aeropuerto Internacional Rafic Hariri de Beirut, el único operativo en la nación. Mientras tanto, siguen creciendo los miedos a una guerra abierta en el Líbano.
Después de elevar el tono de sus amenazas contra Hizbulá en los últimos días, el Ejército israelí aprobó este jueves nuevos planos para su frente norte, mientras que sus cazas rompieron violentamente la barrera del sonido sobre Beirut y otras regiones en pleno discurso de Nasrala.
Durante su intervención, el jefe de la formación chií reveló que poco después de las primeras explosiones de buscapersonas recibieron mensajes israelíes llamándoles a suspender su frente de apoyo a Gaza y amenazando con más ataques si no lo hacían.
Sin embargo, se aferró a su retórica de que “el frente libanés no parará antes de que pare la agresión contra Gaza”, sin importar “las consecuencias”.