El presidente argentino, Javier Milei, decidió no tomarse vacaciones tras completar su primer año en el cargo, pese a las recomendaciones de sus colaboradores más cercanos.
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Al igual que en el verano anterior, cuando recién asumió la presidencia, el mandatario prefirió mantenerse en funciones. Según fuentes oficiales, Milei manifestó en varias ocasiones que no disfruta de los viajes y le cuesta desconectarse del trabajo.
A pesar de la insistencia de sus allegados para que tome un descanso antes del año electoral, el líder libertario sigue enfocado en su gestión.
Restricciones para los funcionarios
Aunque Milei no tomará vacaciones, el Gobierno implementó una serie de restricciones para los ministros y funcionarios de alto rango en cuanto a sus destinos vacacionales.
La consigna es evitar cualquier imagen de frivolidad en medio de un contexto de austeridad económica, y se señalaron ciertos lugares como no aptos para vacacionar, como Miami, Nueva York y Punta del Este, según informa El Clarín.
Por otro lado, destinos más accesibles como Brasil son permitidos, dado el alto flujo de turistas argentinos hacia ese país debido a los precios más bajos en comparación con otros destinos internacionales.
Los funcionarios deberán obtener la aprobación de la Secretaría General de Presidencia antes de elegir su destino.
Esta información se publicó originalmente en El Clarín y generó debate sobre el enfoque del Gobierno hacia el gasto público y la imagen presidencial.
