Israel no firmará un cese al fuego con el movimiento chií libanés Hezbolá hasta alcanzar sus objetivos, afirmó este miércoles, 13 de noviembre de 2024, el ministro de Defensa, Israel Katz, durante su primera visita al Comando Norte tras asumir esta cartera.
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“No haremos ningún alto el fuego, no levantaremos el pie del pedal y no permitiremos ninguna tregua que no incluya la consecución de los objetivos de la guerra. Continuaremos actuando contra Hezbolá en todas partes y no pararemos hasta lograr nuestros objetivos”, indicó el ministro desde el puesto de control donde se dirigen las operaciones militares contra Líbano
Katz explicó que la meta de Israel es desarmar a Hezbolá y lograr que sus fuerzas se retiren más allá del río Litani, en el sur del Líbano, para que así los más de 60 000 evacuados de las comunidades del norte puedan regresar a sus hogares.
Esta declaración del nuevo ministro de Defensa se realiza en medio de continuos llamamientos y rumores de negociaciones, bajo la mediación de Estados Unidos y Rusia, para la firma de un alto al fuego en el Líbano.
Por su parte, el ministro de Exteriores, Gideon Saar, se refirió el pasado lunes a los avances en las negociaciones para un cese al fuego con el vecino del norte y enfatizó que su país está “listo” para llegar a ese punto.
“Estamos trabajando con los estadounidenses en ello. Hay avances y estamos listos para progresar en esas negociaciones”, aseveró Gideon Saar, quien asumió como jefe de la diplomacia israelí el pasado viernes, en sustitución de Israel Katz.
Saar, de la misma manera en la que hoy pidió Katz, aseguró que para el progreso de esas conversaciones, que de momento se llevaron a cabo de forma indirecta, Israel necesita garantías de que “Hezbolá no estará más en nuestra frontera norte hasta el río Litani y que no podrá armarse de nuevo” tras la implementación del acuerdo.
El primer ministro libanés, Najib Mikati, acusó la semana pasada al Gobierno de Israel de obstaculizar todas las propuestas para alcanzar una tregua con Líbano, donde ya murieron más de 3 900 personas en un año de hostilidades, la mayoría en el último mes y medio de escalada del conflicto. Israel asegura haber matado al menos 2 500 milicianos de Hezbolá desde entonces.