Irán anunció el domingo, la suspensión de las operaciones de venta de crudo con empresas petroleras francesas y británicas, tras el incremento de sanciones impuesto por la Unión Europea en el marco del litigio por el desarrollo de planes nucleares.
El anuncio fue realizado por el vocero del ministerio del Petróleo en Teherán, Alireza Nikzad, quien dijo que tras la decisión Irán está dispuesto a comercializar el petróleo “con otros clientes”. “La venta de petróleo a las empresas británicas y francesas fue suspendida”, manifestó Nikzad, en un reporte difundido por el sitio oficial de la cartera.
Irán produce 3,5 millones de barriles diarios de petróleo y exporta 2,5 millones, mientras la Unión Europea impuso un embargo a las exportaciones de crudo. El 20 por ciento del crudo es vendido a países europeos, en especial a Italia, España y Grecia, y el 70 por ciento es enviado a Asia.
El canciller británico, William Hague, advirtió que Londres “no pide” el uso de la fuerza contra Irán por el desarrollo de planes nucleares, pero tampoco “excluye esta opción”. Hague, en una entrevista difundida hoy por la cadena BBC, dijo que Londres “no forma parte de ninguna planificación de ataque militar” contra Teherán y sostuvo que cualquier acción en ese sentido de Israel sería “poco sabia”.
El jefe de Estado Mayor estadounidense, general Martin Dempsey, advirtió hoy que es “prematuro” avanzar en una ofensiva militar contra Irán. “Considero que las sanciones económicas, y la cooperación internacional que estamos en condiciones de concentrar en torno a las sanciones, comienzan a tener efecto”, dijo en declaraciones a la cadena CNN.
Irán, que anunció la semana pasada el incremento de su capacidad nuclear, envió una carta a la Unión Europea en la que expresó su voluntad para la reanudación de las negociaciones con seis países.
Las negociaciones, de las que participan los cinco países con derecho a veto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que son Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Rusia y China, más Alemania, están suspendidas desde hace más de un año.
Tras el envío de la misiva, que contestó una carta cursada en octubre por la alta representante de Política Exterior y Seguridad de la UE, Catherine Ashton, Irán advirtió que rechazará la imposición de condiciones preliminares para la reanudación de negociaciones sobre su programa nuclear.
Irán defiende su derecho al desarrollo de planes nucleares con fines pacíficos y sostiene que forman parte de sus decisiones soberanas, con despliegue bajo normas de no proliferación.
Sin embargo, Estados Unidos, las potencias europeas e Israel acusan a Irán de desarrollar esos planes con el fin oculto de construir armas atómicas y consideran que esos programas amenazan la estabilidad regional y mundial.
Teherán, por el contrario, manifestó que su estrategia de defensa no requiere armas atómicas y acusa a Estados Unidos de utilizar ese pretexto para detener su desarrollo y expandir con Tel Aviv su hegemonía en la región.