Imagen referencial. El canal privado Unitel de Bolivia confirmó este 10 de noviembre del 2019 que una turba incendió una de sus estaciones de transmisión. Foto: EFE.
Una turba incendió este sábado 9 de noviembre del 2019 una estación de transmisión del canal boliviano de televisión Unitel en la ciudad de El Alto, vecina de La Paz, lo que la dejó sin poder enviar señal abierta a ambas urbes, en medio de la crisis política y social que vive el país tras las elecciones generales del 20 de octubre, en las que el presidente Evo Morales resultó reelegido entre denuncias de fraude.
El canal informó en un comunicado de que “la planta transmisora para las ciudades de La Paz y El Alto ha sido objeto de un ataque efectuado por una turba la noche de este sábado 9 de noviembre” en la segunda de ellas.
“Las instalaciones de la planta han sufrido daños materiales pero afortunadamente no reportamos ningún herido. Por este motivo nuestras señales abiertas se han visto interrumpidas para ambas ciudades”, indica el comunicado, leído por un presentador.
A pesar de la quema de esa planta, Unitel continúa transmitiendo para El Alto y La Paz mediante señal de cable y en su sitio web.
“Seguiremos trabajando para informarle y estar junto a usted. Trabajaremos para restituir nuestras señales a la brevedad posible”, concluye la nota de Unitel.
La estación atacada se encuentra en el barrio alteño de Ciudad Satélite, donde esta noche se registraron actos vandálicos en medio de la sublevación de grupos de policías en diferentes lugares del país.
Además, dos medios de comunicación estatales de Bolivia sufrieron este sábado actos de hostigamiento por parte de manifestantes en la ciudad de La Paz que afectaron a miembros de la Defensoría del Pueblo cuando acudieron a mediar.
La sede de la televisión estatal Bolivia TV y de la cadena de radio Patria Nueva en el centro de La Paz fue objeto de un bloqueo en su acceso, hasta que trabajadores de estos medios pudieron salir mientras los manifestantes coreaban “sin violencia”.
Por su parte, grupos de policías se amotinaron en varias regiones bolivianas en desacuerdo con la actuación del presidente Morales en la crisis desencadenada tras las elecciones del 20 de octubre, en las que fue proclamado vencedor para un cuarto mandato consecutivo.
La oposición y movimientos cívicos denuncian que hubo un fraude electoral, por lo que exigen la renuncia del mandatario y la convocatoria de nuevas elecciones.
Las protestas desde el día después de los comicios dejan tres muertos en enfrentamientos entre partidarios y contrarios al presidente y 384 heridos, según datos de la Defensoría del Pueblo.