El gobernador republicano del estado, Mike Pence, ratificó la ley durante una ceremonia a puertas cerradas donde participaron religiosos católicos, judíos ortodoxos y grupos conservadores. Foto: Aaron P. Bernstein/ AFP.
Una ley sobre libertad religiosa en el estado estadounidense de Indiana (norte), que podría según sus detractores permitir a las empresas rechazar a clientes homosexuales en nombre de sus creencias, provocó la cólera de asociaciones de defensa de homosexuales.
El gobernador republicano del estado, Mike Pence, ratificó la ley el jueves pasado durante una ceremonia a puertas cerradas donde participaron religiosos católicos, judíos ortodoxos y grupos conservadores.
“Es extremadamente importante proteger la libertad religiosa en Indiana”, dijo el gobierno en un comunicado. “Era importante aprobar esta ley (…) para proteger las iglesias, las empresas y a las personas cristianas de aquellos que quieren castigarlos a causa de sus creencias bíblicas”, agregó.
La ley, que entrará en vigor el 1 de julio, no hace mención de los homosexuales y Pence afirma que si la ley fuera discriminatoria, él no la habría firmado jamás.
Pero los militantes de la causa homosexual aseguran que permite a las empresas de Indiana oponerse a la homosexualidad en nombre de sus creencias religiosas rechazando a clientes de esa comunidad.
“Dice en definitiva que, si tu religión lo dice, es posible discriminar a la gente”, explicó Sarah Warbelow, directora jurídica de Human Rights Campaign, la asociación estadounidense más grande de defensa de derechos homosexuales.
Las celebridades también expresaron su rechazo. El actor Ashton Kutcher comparó el texto a las leyes antisemitas y la cantante Miley Cyrus insultó al gobernador en Instagram.
El consejero delegado de Apple, Tim Cook, protagonizó ayer un nuevo episodio en la batalla entre los defensores de la libertad religiosa en EE.UU. y los defensores de los derechos de los homosexuales, a quienes defendió en una columna en el diario The Washington Post tras la última polémica.
Cook advirtió de lo ‘muy peligrosas’ que pueden resultar leyes como la aprobada la semana pasada en el estado de Indiana, que permitirá que se nieguen servicios a los consumidores por el mero hecho de ser homosexuales o transexuales.
El jefe del gigante tecnológico, quien el año pasado hizo pública su homosexualidad, alertó de que otros estados trabajan incluso sobre leyes más duras, como una en el estado de Texas, que permitiría retirar el pago de sueldos o pensiones a funcionarios que emitan licencias de matrimonio a parejas del mismo sexo.
Los homosexuales obtuvieron el derecho de casarse en 37 estados de 50 desde que la Corte Suprema estadonidense consideró en 2013 que la ley federal no podía discriminar a las parejas gays o lesbianas frente al matrimonio.
Pero la ley de Indiana se inspira en una ley federal de 1993, la Religious Freedom Restoration Act, que considera ilegal “poner trabas sustanciales” a la libertad religiosa de un individuo.