Hillary Clinton olvidó cómo manejar tras 20 años de usar vehículos oficiales

La secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, durante una entrevista el 29 de enero. Foto: Mandel Ngan / AFP

La secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, durante una entrevista el 29 de enero. Foto: Mandel Ngan / AFP

Hillary Clinton al volante, peligro constante: la ex primera dama estadounidense, ex secretaria de Estado y ahora aspirante no declarada a la presidencia, confesó que olvidó cómo se maneja, ya que no conduce un auto desde hace casi 20 años.

La última vez que Clinton puso primera fue en 1996: su marido aún era presidente y la "Macarena" estaba a la cabeza del hit-parade.

"Me acuerdo muy bien. Lamentablemente se acuerda también el servicio secreto, esa es la razón por la cual desde entonces no me dejaron más", explicó Hillary.

Durante una reunión en la National Automobile Dealers Association de Nueva Orleans, Clinton agregó que el hecho de no conducir más es uno de sus mayores lamentos, tras el hecho de haber elegido una carrera pública.

"No manejo más. Mi marido piensa que es una bendición, pero sería mejor que se calle", agregó. En la misma ocasión, Hillary confesó que su mayor lamento como secretaria de Estado es "lo que ocurrió en Bengasi" (el ataque al consulado donde murió el embajador estadounidense en Libia, NDR).

Dada su importancia nacional y los cargos públicos ocupados desde que Bill Clinton fue elegido presidente en 1992, el hecho de que la ex secretaria de Estado ya no maneje es más que humano.

Su experiencia, por otra parte, es común a los ex presidentes y primera damas, a quienes el gobierno gobierno concede la protección del servicio secreto. El propio Bill confesó recientemente que extraña manejar.

Y sin embargo la admisión de su esposa, en los días en que se habla de ella como potencial candidata para 2016, provocó que fuera criticada por la derecha y burlada por la izquierda.

Los republicanos captaron la carnada y difundieron el video del discurso acompañado por el comentario “Out of touch?”, preguntando si está desconectada del país real y los problemas de la gente.

También fue durísimo el ex presidente de la Cámara Newt Gingrich, para quien la larga presencia de Hillary sobre la escena pública la confinó al grupo de políticos que viven en una burbuja.

"He aquí una mujer cuyos esfuerzos de ponerse en sintonía con nosotros no incluyen manejar a través de Estados Unidos ni siquiera para hacer las compras", aseguró.

En todo caso, los republicanos tienen alguna experiencia: durante la campaña electoral de 1992, cuando fue superado por Clinton, el ex presidente George H. Bush se jugó la Casa Blanca en la caja de un supermercado de Florida.

En esa ocasión, Bush se quedó con los ojos asombrados frente a la maravilla hight-tech del escáner del código de barras, un episodio que lo convirtió en hazmerreír de los medios y del propio Bill Clinton.

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