Redacción Mundo,
Agencias
La fiesta de Halloween es una mezcla de tradiciones y tiene su propia versión en muchos países. Sin embargo, el Halloween ‘famoso’ es el que celebran los estadounidenses.
Ellos supieron exportar una celebración cuyas señas de identidad son, actualmente, las calabazas, los colores negro y naranja, muertos, fantasmas y el conocido lema : ‘truco o trato’ con el que los niños consiguen, casa por casa, sus golosinas. O el coro: “Triqui triqui, Halloween, quiero dulces para mí, si no hay dulces para mí, crece la nariz”.
Actualmente muchas personas se quedan con las bolsas llenas de toda clase de golosinas a la espera de los pequeños cantores, que ya no llegan como lo hacían antes.
Hoy pocos son los padres que dejan que sus hijos salgan solos en busca de golosinas. La inseguridad es una de las razones por las cuales los mayores, sin ellos, no les permiten salir a su recolección.
El malestar que produce la excesiva ingesta de caramelos es otro motivo por el que el día de las brujas ha sufrido cambios.
Otro cambio es por la conciencia ambientalista que ha ido creciendo entre las personas.
En la página ecologismo.com se sugiere que se reciclen disfraces de años anteriores, incentiva la decoración con materiales usados e incluso sugiere que los dulces que se entreguen a los pequeños sean buenos para su salud debido a la cantidad de golosinas que reciben.
Los días previos al 31 de octubre los niños no dejan de pensar que en solo unos días estarán llamando a las puertas para recibir la mayor cantidad de caramelos posibles en el año.
Según una encuesta realizada por KidsHealth.org, la mayoría de entre 1 200 niños encuestados en los Estados Unidos obtiene como mínimo 50 golosinas durante la época de Halloween. El 44 por ciento obtiene más de 100 golosinas y el 20 por ciento contó que se come todas sus golosinas de Halloween.
Se calcula que alrededor de 36 millones de jóvenes y niños estadounidenses se disfrazan de personajes sobrenaturales, ‘terroríficos’ o personalidades famosas.
Se espera que los estadounidenses gasten un promedio 66,28 dólares en disfraces y en decoración esta celebración, según la encuesta ‘National Retail Federation’. Esta suma es 10 dólares más que el año pasado y se estima que llegará a un total a USD 5 800 millones.
Halloween es una de las fiestas más populares en los EE.UU., con una acogida casi mundial y, por ende, una celebración rentable.