Olga Imbaquingo,
Corresponsal en Nueva York
Ahora es Pakistán pero ayer fue Haití. Hay recesión económica y cierto cansancio entre los donantes. Pero Haití está allí y sigue necesitando de la ayuda. La fundación Un Techo Para Mi País de Chile también le extiende la mano. Esta es una organización de voluntarios con sede en 18 países, entre ellos Ecuador. Marisol Alarcón, directora de desarrollo de Un Techo Para Mi País para América Latina y el Caribe, estuvo en Washington y Nueva York en la búsqueda de fondos y voluntarios.
Esta joven, nacida en Ecuador pero radicada en Chile, contó que ya tienen la primera ayuda para construir casas temporales: de los USD 2,6 millones del Fondo Multilateral de Inversiones del BID, 500 000 serán para levantar viviendas.
“Eran las seis de la tarde del 12 de enero en Santiago cuando nos enteramos del terremoto en Haití. En menos de un mes llegamos allá y construimos 20 casas en Grand Goave. Pocos días después ocurrió el terremoto de Chile y trabajamos en dos frentes: Haití y Chile”.
Antes del terremoto, el 67% de los haitianos era pobre, hoy el diccionario se queda corto para describir la miseria. Eso mueve a Un Techo: 326 casas están construidas. La meta es quedarse cuatro años, 2 000 estarán listas hasta diciembre y 1 000 más en enero. “Queremos apuntalar el proyecto con apoyo de los multilaterales”, dice Alarcón, quien está impresionada por las ganas de hacer voluntariado de los jóvenes haitianos. Unido al trabajo de involucrar a los multilaterales, a los donantes y a los voluntarios en Washington está Ángel Saltos, él es un facilitador de la gestión de Un Techo en EE.UU.
Saltos también es ecuatoriano y con experiencia en construcción de viviendas después del tsunami en Tailandia. Para él, Un Techo “ejemplifica un modelo solidario para imitar, porque su visión de desarrollo es tangible”. Es decir: las donaciones se ven en casitas de un solo ambiente. “Ahora es Pakistán, pero no hay que olvidar a Haití, nuestro vecino”.
Canaan es el epicentro de damnificados, donde unas 30 000 personas aún siguen viviendo bajo carpas y plásticos. Allí Un Techo ha levantado 175 casitas y construye 300 más. Según el director de Usaid, Rajiv Shah, se necesitan 400 000 viviendas de emergencia.