La guardia costera griega interceptó hoy (23 de abril del 2017) un bote con 93 migrantes a bordo que iba camino de Italia, informan medios locales.
Cuatro traficantes fueron detenidos. Entre los migrantes había muchas mujeres y unos 30 niños. Al parecer, habían embarcado en una pequeña playa en la costa oeste del Peloponeso y estaban siendo observados por una patrulla policial de la guardia costera.
La detención tuvo lugar a la altura de la pequeña localidad de Parga.
Los migrantes fueron trasladados a las dependencias de la policía portuaria de Igumenitsa. Actualmente viven en Grecia unos
62 000 refugiados e inmigrantes. Muchos de ellos no desean quedarse en el país heleno e intentan continuar su viaje a Europa central y del norte por vías ilegales.
Como la ruta a través de los Balcanes se encuentra cerrada, los migrantes intentan otras vías, como el uso de documentación ilegal para abandonar el país en avión o embarcarse rumbo a Italia.