Los familiares del productor agrícola venezolano Franklin Brito, quien murió el lunes en la noche, tras una prolongada huelga de hambre en protesta por la expropiación de sus tierras, le rindieron el último homenaje. Mientras, el Gobierno mantuvo silencio sobre el caso.
Allegados y amigos velaron el cuerpo de Brito en una funeraria de Caracas y luego lo trasladaron al estado oriental de Sucre, donde vivía, para sepultarlo.
Cuando el féretro salía de la capilla, los presentes gritaron “justicia, justicia”. La viuda de Brito, Elena, dijo que presentará una denuncia por el caso en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Brito, de 49 años, murió en el Hospital Militar, donde estaba recluido contra su voluntad, debido al deterioro de salud por la huelga de hambre. Con la medida él intentaba que el Gobierno reconociera la propiedad de sus tierras y le diera una indemnización por habérselas expropiado.
Desde el 2003 Brito realizó una cadena de huelgas, ocho en total, y la última la comenzó en diciembre pasado cerca de la misión de la Organización de Estados Americanos (OEA), desde donde fue llevado al Hospital Militar por una brigada de Policía que alegó tener una orden judicial.
Durante su permanencia en el centro médico, el productor continuó su protesta e incluso la extremó negándose a tomar agua.
El Gobierno sostuvo que la finca del agricultor no era objeto de negociación y tomó su acción como una forma de presión que nunca tuvo respuesta oficial.
La muerte de Brito provocó un intercambio de acusaciones entre Gobierno y oposición, en medio de la campaña proselitista para las elecciones legislativas del 26 de septiembre.
El Gobierno acusó a la oposición de tratar de utilizar el caso para ganar votos y la alianza opositora Mesa de Unidad responsabilizó al Gobierno de “indolente” al negarse a buscar un arreglo ante las exigencias de Brito.
El abogado Alfredo Romero, defensor del campesino y de organizaciones defensoras de los derechos humanos, señaló que el Gobierno no puede desconocer su responsabilidad en el caso, ya que el hombre estaba recluido bajo custodia oficial.
“Brito ya no está, pero quedamos nosotros que también estamos siendo víctimas de todo esto. Él no era el único que estaba preso, estaba toda la familia”, denunció su viuda.
En las principales calles de la capital venezolana se registraron ayer varias marchas en protesta por la muerte de Brito.
Héctor, hermano del agricultor, afirmó que el Tribunal Supremo de Justicia, la Fiscalía General y la Defensoría del Pueblo son responsables del desenlace por no buscar una solución y criticó el hecho de que ningún representante del Gobierno se haya pronunciado sobre el caso.
“Esta es una incompetencia total. No hay dónde reclamar, no hay quién dé la cara”.
El Gobierno no se pronunció. Solo algunos diputados de la bancada oficial dijeron que no se puede responsabilizar al Estado.
El presidente Hugo Chávez participó el martes en varios actos públicos y concentraciones políticas pero no mencionó el tema.
La defensora del Pueblo, Gabriela Ramírez, dijo estar “plenamente en paz con nuestra conciencia por lo que hicimos” para velar por la salud de Brito.
“En el Hospital tuvo todas las atenciones, pero las huelgas de hambre le afectaron”.