El paro de transporte del Metro, en Brasil, mantiene sumida en la incomodidad a los usuarios a tres días de iniciar el Mundial. Foto: EFE
El gobierno de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, repudió hoy, 9 de junio, a los que realizan la quinta jornada de huelga que afecta a cientos de miles de pasajeros, a tres días del inicio de la Copa del Mundo.
El ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, afirmó que
“los huelguistas no pueden anteponer el interés corporativo al interés general, es importante que reflexionen sobre lo que están haciendo. Tenemos que cumplir lo que dijo la Justicia del Trabajo, que declaró ilegal a la huelga”.
La Tropa de Choque de la Policía Militarizada de Sao Paulo lazó hoy gases lacrimógenos contra huelguistas e integrantes del Movimiento de los Sin Techo frente a la estación de Metro Ana Rosa, en el centro de Sao Paulo, donde se registró un embotellamiento de automóviles.
Una asamblea del sindicato de empleados del Metro votó continuar con la huelga que afecta a cientos de miles de usuarios que hoy encontraron 31 estaciones cerradas, incluso la ubicada frente al estadio Itaquerao, donde el próximo jueves Brasil y Croacia jugarán el partido inaugural de la Copa.
La presidenta Rousseff reiteró ayer sus críticas contra los paros que pueden afectar al público que irá a los estadios y dijo que “es fundamental que la gente tenga derecho a gozar de esta gran fiesta que comienza esta semana”.
En tanto, el secretario de Transportes de la gobernación de Sao Paulo, Jurandir Fernándes, manifestó hoy que espera la
“normalización” del servicio y anunció que 60 trabajadores fueron despedidos.
“Por deber de oficio estamos despidiendo por justa causa a unas seis decenas de funcionarios, son aquellos que realizaron actos criminales y vandalismo, estamos diseñando un plan de contingencia para el transporte el jueves” , dijo Fernandes.