El Gobierno boliviano demandará a los dos jueces y al fiscal responsables de la condena a 30 años de prisión a un hombre que fue acusado de un femicidio y estuvo preso por dos años sin ser culpable del crimen, informó el lunes 10 de julio del 2017 una fuente oficial.
El ministro de Justicia, Héctor Arce, hizo el anuncio en una rueda de prensa, tras reunirse con Reynaldo Ramírez, quien fue condenado siendo inocente y estuvo preso desde 2015.
“Se ha tomado la decisión de presentar una denuncia penal contra los dos jueces y el fiscal, al margen de las acciones que se están realizado en la Fiscalía General del Estado y el Consejo de la Magistratura”, explicó Arce.
Los jueces Luis Paz y Yaneth Mojica, además del fiscal Marcelo Delgadillo, involucrados en este caso, fueron destituidos de sus cargos la semana pasada y enfrentan procesos internos, explicó en un comunicado el Ministerio de Justicia.
Según el análisis realizado por las autoridades, existen responsabilidades penales, por lo que se pedirá una investigación en profundidad sobre este caso, indicó Arce.
“El hecho de ocultar pruebas, desoír la verdad objetiva, fallar contra la norma tiene nombre: es prevaricato, incumplimiento de deberes, acciones criminales tipificadas en el Código Penal. Por el bien de la Justicia, deben responder penal y civilmente por el daño que le han causado a Reynaldo”, sostuvo el ministro.
El caso de Ramírez, que hoy tiene 30 años, provocó un revuelo después de que estos días el verdadero asesino confesara el crimen ocurrido en noviembre de 2014, que intentó ocultar con un incendio.
Ramírez, que ni siquiera conocía a la víctima de 22 años, vivía en otra ciudad y estaba internado en un centro médico cuando se cometió el crimen en Santa Cruz (este), siempre defendió su inocencia, pero fue acusado por una supuesta semejanza física con el verdadero asesino.
Las autoridades también buscarán junto a Ramírez y su familia mecanismos para que el hombre pueda reintegrarse a la sociedad y supere los traumas producto del tiempo que pasó en prisión.
“Me han hecho mucho daño, me siento muy mal, me dolió mucho estar preso. Sentí mucho dolor, maltrato psicológico, físico, ya no soy el que era antes. Lo que quiero es un resarcimiento económico para mi familia, no para mí”, manifestó Ramírez.
Arce valoró el trabajo del agente que ayudó a probar que Ramírez era inocente, pero consideró importante investigar algunas denuncias contra la Policía sobre el maltrato que sufrió en su detención y traslado a Santa Cruz.