La ola de frío continúa azotando a gran parte de Sudamérica. De acuerdo con los reportes, la mayoría de personas ha muerto por neumonía, enfermedades relacionas o por la inhalación gas carbónico, producido por los calentadores.
Perú y Bolivia son los países más afectados. Un total de 409 personas han muerto en el territorio peruano por neumonía u otras enfermedades vinculadas. Estas cifras se anotan desde mayo.
En Chile se declaró el estado de emergencia para la zona agraria, pues las reses están muriendo. Mientras que en Bolivia se contabilizan 23 víctimas mortales.
Por qué se producen las muertes. La mayoría de decesos se ha dado porque las personas, principalmente mendigos, han estado expuestas por más de cinco horas a temperaturas menores de 20 grados centígrados. En esas circunstancias el cuerpo pierde calor más rápido del que produce, por eso los vasos sanguíneos de la piel y musculares se contraen para conservar el calor.
El corazón tiene que trabajar con más fuerza para bombear la sangre a través de los vasos contraídos, mientras que los cambios en la concentración sanguínea aumentan el riesgo de coágulos y de los problemas que provocan.
En condiciones extremas ocurre la hipotermia, cuando la temperatura corporal cae debajo de los 35 grados y el organismo no puede generar el calor necesario para estar activo.
La temperatura corporal normal es de 37 grados y una caída de dos grados, aunque no parezca mucho, puede ser peligrosa y hasta mortal, según BBC Mundo.
Esta baja de temperatura corporal se evidencia a través de temblores involuntarios.
En esas circunstancias la persona todavía es capaz de caminar y hablar pero comienza a perder las capacidades motoras complejas y al mismo tiempo ocurre un estrechamiento de los vasos sanguíneos en manos y pies.
A medida que la temperatura cae debajo de los 34 grados se inicia un temblor violento. Hay un deterioro de consciencia, pérdida de coordinación motora, especialmente en las manos. Se nota una dificultad para hablar.
Debajo de los 32º, los síntomas pueden ser mortales porque el cuerpo no es capaz ya de mantener una respuesta para generar calor, es decir, ya no están presentes los escalofríos o temblores.
Si la temperatura corporal llega a los 30 grados, la persona aunque viva, deja de moverse. Su respiración es irregular. En ese estado se da la pérdida de consciencia y el corazón es vulnerable a arritmias (alteraciones) letales.
El temblor corporal es uno de los síntomas que puede medirse para evaluar el riesgo del descenso de temperatura (hipotermia).
Si una persona es capaz de dejar de temblar, su hipotermia es leve. Pero si no puede detener los temblores de forma voluntaria, está en riesgo de hipotermia moderada o severa.
Otra prueba para evaluar el riesgo es observar las funciones cerebrales pidiendo a la persona que cuente hacia atrás a partir de 100 en múltiples de diez. Este tipo de agilidad mental se pierde cuando la temperatura comienza a disminuir, revela BBC Mundo.
Y un signo de hipotermia severa es la pérdida del pulso en la muñeca, que resulta por la falta de circulación.
La hipotermia no solo ocurre en el exterior. Los bebés, niños, personas mayores y aquellos cuyos sistemas inmunes están comprometidos a causa de otras enfermedades pueden fácilmente sufrir hipotermia dentro de sus hogares. Más aún si la temperatura ambiental ha bajado bajo cero.
Quizás los más vulnerables son los adultos mayores, pues la capacidad de generar calor corporal es menos en esas personas.
Ola de frío llega del Pacífico
Una ola de frío, conocida como Frente Frío del Sur (banco de nubes), viene desde el Océano Pacífico. Su presencia en esta época es normal, pues en el sur de América es invierno. Sin embargo, sí es anormal su intensidad y su permanencia en el área continental.
“En otras condiciones este sistema pasa rápido y se desvanece en el Océano Atlántico”, señaló Carlos Naranjo del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología.
Esta vez el banco de nubes se asentó en la región continental desde el viernes y aún permanece influyendo (ayer con menor intensidad). Perú es uno de los países más afectados, primero porque se halla en la cordillera y ahí golpea más el mal tiempo y por tener poblaciones a más de 4 000 metros sobre el nivel del mar.
Los pronósticos no descartan que en los próximos días se vuelvan a presentar bajas de temperaturas como las vividas estos días.