El líder de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, y la excúpula de esa guerrilla maoísta peruana se presentaron este lunes 20 de enero ante una corte de Lima que comenzó a juzgarlos por un atentado que dejó 25 muertos en 1992, constató la AFP .
Se trató de la primera aparición en casi una década de Guzmán, de 79 años, que cumple una condena de cadena perpetua en una cárcel militar de máxima seguridad por delitos de terrorismo.
Vestido con camisa y pantalón oscuros, el líder máximo de Sendero -camarada Gonzalo, según su alias en la organización- se presentó junto a su esposa y segunda del movimiento, Elena Iparraguirre, y el tercero en el mando de la organización, Osmán Morote, para escuchar las acusaciones.
El fiscal Johnny Soto pidió “una condena de cadena perpetua para todos los procesados” por el delito de autoría mediata, como ideólogos del atentado con coche bomba que dejó “25 muertos y 155 heridos”, según señaló.
Los autores materiales de este atentado, cometido el 16 de julio de 1992 en el barrio limeño de Miraflores, fueron condenados hace una década y pertenecían a brigadas terroristas senderistas.
La novedad del juicio es que por primera vez se procesa a los supuestos autores intelectuales del atentado: el estado mayor de la guerrilla, que integraban 13 dirigentes, los cuales cumplen largas condenas de prisión por terrorismo.
Según el abogado de Guzmán, Alfredo Crespo, el proceso busca impedir que salgan libres tres dirigentes que cumplen su sentencia de 25 años a partir de mayo entrante: Osmán Morote, Moisés Limaco y Margot Liendo.
“No existe ninguna prueba de que Abimael Guzman, y el comité central de la organización hayan ordenado este atentado”, afirmó Crespo en diálogo con periodistas durante un intervalo de la audiencia.
Durante la audiencia, el fiscal acusó además a los dirigentes senderistas del delito de tráfico ilícito de drogas: “Sendero Luminoso cobraba 40 000 dólares como cupo a los narcotraficantes del valle del (río) Huallaga”, dijo.
Ninguno de los procesados intervino durante la audiencia que se extendió por cuatro horas. Guzmán sólo se limitó a decir su nombre requerido por la jueza.
La última vez que se lo vio en público fue en una audiencia en noviembre de 2004.
La captura de Guzmán en 1992 marcó el punto de declive de Sendero Luminoso, aunque facciones remanentes de la organización han subsistido en regiones de la selva donde actúan en alianza con el narcotráfico, según el gobierno.
El conflicto interno peruano dejó unos 70 000 muertos, según la Comisión de la Verdad y Reconciliación.