La Fuerza Aérea Brasileña confirmó que 61 personas fallecieron en el lamentable siniestro aéreo que se registró en la ciudad de Sao Paulo, este viernes 9 de agosto de 2024.
La tarde de este viernes, un avión de la aerolínea Voepass se estrelló en una zona residencial del municipio de Vinhedo.
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El avión cubría un trayecto nacional, entre las ciudades de Cascavel y Sao Paulo.
Las víctimas eran 57 pasajeros y cuatro tripulantes.
Pese a caer en un área residencial, la aeronave se estrelló en los patios traseros de un conjunto de viviendas, lo que favoreció que no existan víctimas en tierra.
El siniestro ocurrió cuando al artefacto aéreo le quedaban cerca de 80 kilómetros para llegar al aeropuerto de Guarulhos, su destino.
Avión no reportó ninguna emergencia
La Fuerza Aérea de Brasil detalló que el avión aparentemente se encontraba en condiciones regulares de vuelo y no reportó ninguna emergencia.
Sin embargo, el Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aéreos de Brasil (Cenipa) dijo que las autoridades se encuentran indagando las causas del hecho.
“Todo es muy prematuro. Lo único que tenemos hasta ahora es que no hubo comunicación del piloto del avión con los órganos de control de que habría alguna emergencia”, afirmó el director de la entidad, Marcelo Moreno.
De acuerdo con el funcionario, el vuelo transcurrió con normalidad hasta las 13:20 de Brasil (11:20, hora de Ecuador) cuando dejó de responder las llamadas del Centro de Control de Aproximación de São Paulo.
“Un minuto después desapareció del radar“, mencionó.
El oficial agregó, en una rueda de prensa brindada a medios locales, que se encuentran a la espera de la llegada de las cajas negras de la aeronave, que ya fueron rescatadas.
El general dijo que es prematuro confirmar las hipótesis de algunos especialistas en aeronaves, que creen que una posible formación de hielo en las alas de la aeronave provocó que caiga de forma vertical y girando sobre sí.
“Es muy temprano para afirmar cualquier cosa. En este momento no podemos afirmar si eso fue decisivo o no para lo ocurrido”, afirmó el director de Cenipa.
“Pero sabemos que la aeronave siniestrada cuenta con un certificado para volar en esas condiciones atmosférica”, añadió.
El avión tenía dispositivos que impedían la formación de hielo en su fuselaje, mencionó Moreno.
El director de la Agencia Nacional de Aviación Civil, Luiz Ricardo de Souza, dijo en la misma rueda de prensa que, tanto el avión como sus tripulantes, contaban con todos los certificados exigidos y actualizados.
“El avión estaba totalmente regular y en condiciones normales de aeronavegabilidad. Cumplía todo lo previsto por la legislación”, afirmó De Souza.
La aeronave, un bimotor francés de modelo ATR-72-500, fue fabricada en 2010 y operaba en Brasil desde 2022.