Estados Unidos enfrenta la ola de frío más severa en varias décadas, con temperaturas que llegarán a los 51 grados bajo cero, que afecta a 140 millones de personas y que provocó 13 muertos. Los vientos alcanzan ráfagas superiores a las 60 millas, casi 100 kilómetros por hora, por lo que unos 3 399 vuelos fueron cancelados hoy y otros 4 900 sufrieron demoras.
Durante el fin de semana los retrasos se registraron en 21 mil vuelos y los aeropuertos se convirtieron en verdaderos campamentos. La población afectada por la ola polar es de alrededor de 140 millones de personas en 20 estados, desde los Grandes Lagos a Michigan e Illinois.
Las autoridades en Chicago, Detroit, Nueva York y Boston insisten en pedir a la población que permanezca en sus casas y reducir las salidas a lo indispensable dado el riesgo que representa la nieve convertida en hielo resbaloso. Incluso para los vehículos que circulan en calles y carreteras. Muchas escuelas y oficinas públicas estarán cerradas el martes. La situación se complica con la emergencia por la gripe de estación en al menos 15 estados, que causó víctimas, entre ellos un niño de 5 años.
En Illinois el gobernador proclamó el estado de calamidad natural por el excesivo frío, y activó la Guardia Nacional para reforzar la labor de los socorristas y la ayuda a la población. En Minneapolis, capital de Minnesota, se dispuso el estado de alerta roja por una situación definida “particularmente peligrosa”.
En Anchorage, en el centro-sur de Alaska, el estado más al norte del país, la temperatura bajo a los -36 grados. “Las temperaturas más frías en casi 20 años van a alcanzar el norte y el centro de Estados Unidos siguiendo un frente de frío ártico”, informó el Servicio Meteorológico Federal. “Combinadas con ráfagas de viento, estas temperaturas van a caer a niveles potencialmente mortales, tan bajas como -51 grados en algunos lugares”, agregó.
Hasta el momento la ola polar causó 13 muertos, la mayoría de ellos por accidentes de tránsito, aunque también por la hipotermia sufrida en personas sin hogar. En algunas zonas la situación se complicó para varias familias y comercios también por los cortes de electricidad y de la calefacción.