Con la instalación del Foro de Actores Sociales, que reúne a unos 1 050 participantes de 33 países, hoy se inició formalmente la VI Cumbre de las Américas, en una Cartagena de Indias blindada por aire, mar y tierra.
La confirmada asistencia del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, el invitado estrella de la cita cartagenera, ha obligado a los organizadores a redoblar las medidas de seguridad. Estas incluyen, por ejemplo, la presencia de dos robots antiexplosivos y de personal especializado en ataques biológicos y radiactivos, así como de vehículos dotados con sistemas GPS y de 14 500 efectivos de las Fuerzas Militares y de la Policía, que vigilan la ciudad del Caribe colombiano y las localidades vecinas.
El encuentro de los países del sistema interamericano se extenderá hasta el domingo 15. E incluye la realización de tres cumbres en una: una social, otra empresarial, con la participación de 567 asistentes, entre ellos 447 directivos de 502 empresas de 18 países, y una tercera con 33 jefes de Estado y de Gobierno de las Américas. Esta última reunión, de la cual se autoexcluyó el presidente ecuatoriano Rafael Correa, se llevará a cabo el sábado 14 y domingo 15. Ese día, los dignatarios presentes firmarán una declaración final.
En ausencia de Correa, que Juan Manuel Santos, el anfitrión de la cita, ha dicho “que hará falta en la Cumbre”, los mandatarios asistentes abordarán una agenda, que incluye tres puntos principales: la eliminación de la pobreza, la desigualdad y la inequidad, según lo aseguró la canciller colombiana, María Ángela Holguín.
Por fuera de esa agenda inicial, hay otros dos asuntos igualmente trascendentales que entrarán en el debate: la lucha contra el narcotráfico y la situación de Cuba. Precisamente, la no invitación a la isla antillana dio paso a la decisión del gobernante ecuatoriano de no asistir al encuentro en la ciudad amurallada.
El análisis de nuevas estrategias para combatir a las drogas, como alternativa al prohibicionismo de las sustancias prohibidas, que defiende Estados Unidos, seguramente marcará la agenda del encuentro, según observadores. Incluso el Presidente colombiano, en las diversas declaraciones que ha dado, ha insistido en la necesidad de hablar sobre las formas para afrontar el tráfico de estupefacientes. Ayer mismo, dijo a la prensa local que “es el momento de dialogar sobre las alternativas en la lucha contra las drogas”.
Y al contrario de lo que pudiera esperarse, el embajador estadounidense en Bogotá, Peter Michael McKinley, declaró ayer a Caracol Radio que su país “no tiene miedo” al debate de la campaña contra las drogas en la VI Cumbre de las Américas. El diplomático, asimismo, abrió una ventana a la posibilidad de que el caso cubano se incluya entre los asuntos que los presidentes Obama y Santos tratarán en Cartagena. Ambos gobernantes han programado un encuentro bilateral.