A pesar de ser una escueta frase, la declaración del histórico líder cubano Fidel Castro a la revista estadounidense The Atlantic, afirmando que el modelo cubano “ya no funciona” ni en la propia isla ha dado la vuelta al mundo.Desde la publicación de la entrevista, en la tarde del miércoles, políticos y expertos se preguntan qué hay detrás de unas palabras pronunciadas por una persona que no suele decir nada de forma gratuita. Para el politólogo cubano-estadounidense Arturo López-Levy, lo más importante es que sus palabras abren espacios para los cuestionamientos del modelo que está teniendo lugar desde dentro del Partido Comunista de Cuba. “Hay dos elementos bastante cuestionados por el ala más conservadora: el diálogo con la Iglesia cubana y los primeros pasos de reforma económica que se están dando”.
“El hecho de que él venga y diga esto es como decirle a esas personas que es necesario repensar el modelo, porque las condiciones en las que ese modelo se pensó no son las mismas”, explicó este profesor asociado de la Universidad de Denver. La también cubanóloga Julia Sweig, en el reportaje de The Atlantic, negó que con sus palabras el ex Presidente cubano estuviera “rechazando las ideas de la revolución”.En la misma óptica está López-Levy, quien sostiene que las declaraciones de Fidel Castro “no implican que se vaya a decir que lo que hicimos antes estuvo mal, sino que va en la línea de actualizar el modelo de decir que las condiciones son distintas, por lo que tenemos que pensar de una manera diferente”.
“Algo que considera relevante no solo ya de cara a la legitimación definitiva de su hermano y actual presidente cubano, Raúl Castro”, puntualizó.
“En este caso, está pensando en lo que viene después y está abriendo la puerta para que las personas que vengan luego puedan repensar el modelo con total libertad, porque siempre un recurso de los conservadores, es decir, eso que estás proponiendo es una traición al legado del Comandante”.
A su vez, en el diario El Mundo, de España, Rafael Lima, profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Miami, dijo que se trata de “una señal pública del líder máximo para que Raúl Castro emprenda las reformas económicas necesarias para salir de la crisis”.
Andy Gómez, vicerrector del Instituto para los Estudios Cubanos de la misma universidad, subrayó que la situación financiera y económica cubana se encuentra postrada y que el Gobierno planea despedir unos 250 000 empleados este año.
“El pueblo depende del Estado y el Estado está en bancarrota”, subrayó, y agregó que no existe “un sistema totalitario en que se haya podido reformar el modelo económico sin destruir el primero”.
No obstante, Gómez explicó, también a diario El Mundo, que los “planes para reformar la economía en Cuba están avanzado rápidamente y Raúl Castro pueda descentralizar la burocracia estatal que paraliza al país”. La gran pregunta, continuó, es si las reformas económicas que se pongan en práctica serán de calado y si van a funcionar. Gómez tiene dudas sobre la viabilidad de estas, ya que sin inversión exterior es muy difícil en un país sin garantías jurídicas.