Las fotos de Veronica Lario, exesposa de Silvio Berlusconi, publicadas en una revista del corazón acompañadas de referencias sobre sus kilos de más y una presunta dejadez, reabrieron hoy, lunes 19 de mayo de 2014, en Italia el debate sobre el “derecho a envejecer”.
El reportaje publicado en la última edición de la revista Chi, que pertenece a la familia Berlusconi, muestra las imágenes de Lario, que acaba de divorciarse del exmandatario, con “algunos kilos de más”, vestida informal con pantalones y botas de montar a caballo, sin maquillar y con el pelo recogido en una coleta.
Pero lo que más ha molestado a Lario, además de los comentarios sobre su estado físico, han sido los añadidos en el reportaje de los cirujanos plásticos sobre cómo podría mejorar su imagen con algunos retoques.
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Lario, que durante los 19 años de matrimonio con Berlusconi ha hecho gala de discreción, rompió su silencio tras el divorcio para defender lo que definió como su derecho a envejecer en paz y sin ser juzgada.
“Considero el reportaje un ataque inaceptable a las mujeres que como yo quieren envejecer sin someterse a los estereotipos de joven a toda costa”, explicó en una entrevista publicada el domingo en el diario Il Messagero.
La exactriz de teatro, cuyo verdadero nombre es Miriam Raffaella Bartolini, argumentó su derecho a, con casi 60 años, poder olvidarse “de los centímetros de la cintura y de las arrugas del cuello”, pero sobre todo a no tener que escuchar o leer las sugerencias de los cirujanos plásticos.
“¿Qué ejemplo damos a las niñas que a los 16 años ya piden como regalo de cumpleaños una liposucción?”, denunció Lario. Su indignación ha dado lugar a que la prensa italiana se ocupe hoy del tema y publique una serie de reflexiones sobre el derecho a envejecer sobre todo en las mujeres.