Vestido con una chaqueta rosa, Thae Yong Ho hace campaña entre las tiendas de lujo de Gangnam, un barrio de Seúl. Foto: AFP
Durante décadas, Thae Yong Ho tuvo una carrera impoluta en la diplomacia norcoreana que lo llevó a ser embajador en Londres, pero cuatro años después de su sonora deserción aspira a convertirse en diputado en Corea del Sur.
Si logra ser elegido en su circunscripción de Gangnam, un barrio elegante de Seúl, que el cantante Psy hizo célebre en todo el mundo, Thae se convertirá en el primer alto responsable norcoreano en el parlamento del vecino del sur.
Según él su victoria sería un mensaje a la jerarquía de unos de los países más cerrados del mundo y demostraría que hay salidas para los que dan la espalda al líder norcoreano, Kim Jong Un.
“Quiero decirles que otro futuro es posible”, dijo a la AFP.
“Estoy convencido de que si logramos cambiar la mentalidad de la élite norcoreana haremos caer fácilmente el sistema de los Kim”, asegura.
Las elecciones son un concepto radicalmente distinto dependiendo de si uno está al norte o al sur de la Zona Desmilitarizada (DMZ), que divide la península en dos estados que siguen técnicamente en guerra.
En el Norte, los ciudadanos esperan en fila para poner en la urna una papeleta impresa de antemano con el nombre de un candidato único bajo la mirada del fundador del régimen, Kim Il Sung, y de su hijo y sucesor, Kim Jong Il, cuyos retratos están en todas partes.
En el Sur, en cambio, cada escrutinio es una batalla política entre partidos.
El nuevo parlamento será elegido el 15 de abril con un sistema que mezcla proporcionalidad y escrutinio mayoritario, como es el caso en la circunscripción de Thae.
Las legislativas en Corea del Sur están consideradas como un referendo sobre la acción del jefe del Estado, en este caso el presidente Moon Jae-in.
Una “especie de esclavitud”
Thae Yong Ho, nacido en una familia de servidores del régimen norcoreano, desertó el régimen en agosto de 2016 cuando era el número dos de la embajada del Reino Unido.
Entonces explicó que había perdido las ilusiones con Kim Jong y que pasó al Sur para que sus hijos, que vivieron en Pyongyang y en Europa, no tuvieran una vida “miserable” en Corea del Norte.
“Cuando has conocido el mundo exterior ya no puedes soportar este especie de esclavitud”, afirma.
Se cree que hay unos 33 00 norcoreanos que pasaron al Sur pero es poco frecuente que lo hagan altos responsables del régimen.
Thae se ha convertido en el azote del régimen norcoreano pero también de la estrategia de acercamiento de Moon, un político de centroizquierda.
El exdiplomático se unió al conservador Partido del Futuro Unido (antiguamente Partido de la Libertad de Corea), en la oposición, y heredó una circunscripción que es un bastión de la derecha.
Vestido con una chaqueta rosa, hace campaña entre las tiendas de lujo de Gangnam.
“Si quieres ganar hay que salir a la calle, saludar a la gente, decirles hola”, explica.
En el Norte este tipo de campaña no existe.
El Partido de los Trabajadores de Corea acapara el poder y las elecciones legislativas son un mero trámite. En las últimas elecciones, en marzo de 2019, la participación fue del 99,99%, según la agencia oficial KCNA.
Cuando Thae Yong Ho pasó al Sur con su mujer y sus hijos fue calificado por el régimen norcoreano de “podredumbre humana”, acusado de haberse llevado mucho dinero, de haber violado a una menor y de ser un espía surcoreano.
El exdiplomático es consciente que podría ser objeto de un intento de asesinato, más aún si resulta elegido, por lo que nunca sale sin guardaespaldas. “Si queremos el cambio hay que arriesgarse”, afirma.