Daniel Ortega, presidente de Nicaragua (centro), en la reunión de diálogo con opositores. Foto: Conferencia Episcopal de Nicaragua
Los estudiantes exigieron hoy (16 de mayo del 2018) la dimisión del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y el cese de la represión, al inicio de un diálogo nacional entre el Gobierno, la sociedad civil y el sector privado que busca poner fin a la grave crisis que azota al país desde hace casi un mes.
El diálogo, que se celebra bajo la mediación de la Iglesia católica, quedó instalado en la sede del Seminario Nacional Nuestra Señora de Fátima, en el sector suroeste de Managua, con la presencia del propio Ortega y de la vicepresidenta, Rosario Murillo.
Ortega y Murillo llegaron al lugar de la reunión bajo una fuerte protección policial poco antes de las 10:00 locales (16:00 GMT) y fueron abucheados por manifestantes apostados en las afueras del local, que les gritaron “asesinos”.
Reunión de diálogo entre el Gobierno de Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, y sus opositores. Foto: Conferencia Episcopal de Nicaragua
El obispo de León, monseñor Bosco Vivas, pronunció una invocación a dios, pidiendo el fin de la confrontación que ha vivido el país y que ha dejado decenas de muertos, heridos y detenidos.
Después de que se anunciara que Ortega hablaría a los presentes, uno de los dirigentes universitarios de las protestas tomó la palabra y le exigió “que ordene el cese inmediato de los ataques que están cometiendo en todo el país. Esta no es una mesa de diálogo, es una mesa para negociar su salida. Ríndase ante todo este pueblo, ordene el cese al fuego ahorita mismo… lo que se ha cometido en este país ha sido un genocidio”, le dijo el joven a Ortega.
También “como jefe supremo de la Policía y del Ejercito, le decimos que ordene el cese de los ataques de la Policía, los paramilitares y las turbas adeptas al gobierno”, agregó. “Estamos siendo perseguidos, somos estudiantes. Nosotros hemos puesto los muertos”, concluyó.
La crisis estalló en Nicaragua el pasado 17 de abril, con una protesta de estudiantes en contra de una reforma al Seguro Social, que aumentaba las cuotas de trabajadores y empresas.
Las manifestaciones se extendieron por el país tras la violenta reacción de la Policía, que dejó decenas de muertos y heridos. Aunque la cifra oficial de muertos asciende a 15, organismos no gubernamentales de derechos humanos contabilizaban 66 personas muertas hasta hace tres días, y más de 500 heridas en disturbios.
Uno de los estudiantes opositores al gobierno de Daniel Ortega en Nicaragua habla en la reunión de diálogo con el Presidente de esa nación. Foto: Conferencia Episcopal de Nicaragua