Miles de estudiantes chilenos volvieron a las calles con la misma fuerza de hace tres años para reiterar su demanda de educación pública, gratuita y de calidad, que ponga fin al lucro que ha endeudado a tantas familias del país.
En medio de la discusión de la reforma educacional que aún no envía al Congreso la presidenta Michelle Bachelet, los jóvenes expusieron su desconfianza ante un proyecto que no ha sido discutido de cara a la opinión pública y donde existen distintas interpretaciones acerca de sus objetivos.
La marcha, convocada por gremios de estudiantes universitarios y pre universitarios, partió desde la plaza Italia, en el centro de Santiago, con unas 100 000 personas, según los organizadores. Bachelet había prometido educación gratuita a nivel universitario en los próximos seis años.