Dos intentos de asesinato, un expresidente pendiente de juicios que podrían enviarlo a prisión, la primera mujer afroamericana en liza o la guerra en Ucrania y Gaza han hecho de la carrera presidencial a la Casa Blanca una campaña especialmente insólita en Estados Unidos.
Más noticias
Este martes, 5 de noviembre de 2024, millones de estadounidenses están convocados en unas elecciones en las que el exmandatario republicano Donald Trump (2017-2021) y la vicepresidenta y candidata demócrata, Kamala Harris, están prácticamente empatados en intención de voto.
Estas son algunas claves de los comicios:
El no candidato
“Lo mejor para mi partido y para el país es que me retire y me concentre únicamente en cumplir mis deberes como presidente durante el resto de mi mandato”. Así, con esa renuncia de Joe Biden, comenzó la actual contienda electoral.
Fue el 21 de julio, después de que personas cercanas, legisladores y miembros de su partido le pidieran la retirada. Tuvieron que pasar otros 12 días hasta que Harris logró los apoyos suficientes de su partido para postularse como nueva candidata, por lo que para los demócratas ha sido una campaña corta e intensa.
Una mujer de étnica negra y asiática
A lo anodino de la renuncia de un candidato se le sumó el hasta ahora poco común perfil de su sucesora: una mujer negra y de ascendencia india.
Y es que en casi 250 años de historia jamás una mujer negra había sido candidata. Harris toma así la senda abierta por Barack Obama, el primer presidente negro, y Hillary Clinton, la primera mujer candidata por uno de los dos grandes partidos. Y también por Shirley Anita Chisholm, la primera afroamericana que se presentó a unas primarias.
Un tiroteo que pudo costar la vida de Trump
Una semana antes de la renuncia de Biden, Trump era evacuado de un mitin en la localidad de Butler (Pensilvania) después de que se registrase un tiroteo en el que murió un asistente y el tirador fue abatido.
La imagen de su oreja ensangrentada por la bala que le rozó cuando estaba en el escenario es sin duda una de las de esta campaña y la venda con la que se cubrió la herida fue el atuendo más popular en sus mítines posteriores.
Después, en septiembre, un hombre fue detenido en las inmediaciones de su campo de golf de Florida con un rifle semiautomático con el que pretendía atacarle.
Los juicios del expresidente
Pero el hecho de que Trump sea candidato es ya insólito de por sí. El magnate neoyorquino busca la reelección con decenas de cargos en su contra en cuatro juicios.
Trump fue por primera vez acusado en marzo de 2023 por el pago de dinero para silenciar a la estrella de cine porno Stormy Daniels en la campaña de 2016. Es el único proceso por el que fue declarado culpable, aunque la sentencia por falsificación de registros comerciales no saldrá hasta después de las elecciones.
Está imputado además por cuatro cargos relacionados con la instigación del asalto al Capitolio de enero de 2021, en los que, según la acusación, intentó revertir los resultados de 2020 cuando perdió contra Biden.
Aparte, en Georgia se le investiga por presionar a funcionarios del Gobierno local para que alteraran los resultados en los comicios, que perdió en ese estado por poco menos de 12.000 votos.
Y por último, en Florida se le abrió un juicio por trasladar desde la Casa Blanca a su mansión en Mar-a-Lago (Florida) decenas de cajas con documentos clasificados. Tanto este proceso como los dos anteriores están estancados.
Gastos desorbitados
En las campañas han gastado casi 1 000 millones de dólares en anuncios solo en la última semana y se calcula que más de 10 000 millones en este ciclo, casi un 20 % más que en 2020, según una análisis de AdImpact.
Esto no cuenta otro tipo de ‘gastos’ insólitos como que el magnate y dueño de X Elon Musk, que ha sido un fuerte apoyo de Trump, haya regalado un millón de dólares al día a votantes que se registren en uno de los estados bisagra y firmen una petición encubierta a favor de la campaña republicana.
Bonus track: lo no tan insólito
Al final, debido a un insólito pero ya conocido sistema electoral, las elecciones se decidirán en siete estados, los llamados bisagra.
En el resto el voto de los compromisarios que eligen al presidente ya está prácticamente decidido, pero es en Wisconsin, Míchigan, Carolina del Norte, Georgia, Pensilvania, Arizona y Nevada donde se verá si Trump vuelve al Despacho Oval o EE.UU. tiene por primera vez a una mujer presidenta.
Trump afirma que ‘será una gran victoria’
El expresidente de EE.UU. y candidato republicano, Donald Trump, depositó este martes, 5 de noviembre de 2024, su voto para las elecciones presidenciales en un recinto electoral de Palm Beach, Florida, donde tiene fijada su residencia, y afirmó que “esta noche va a ser una gran victoria”.
El exmandatario depositó su voto junto con su esposa, Melania Trump, poco después de las 11:40 en el Mandel Recreation Center de Palm Beach, tras la apertura de las urnas esta mañana a las 07:00 hora local en Florida.
“Nos está yendo muy bien en Georgia (estado ‘bisagra’) y en todos los lugares”, dijo Trump ante los medios acompañado de la primera dama en el centro de votación de esta ciudad, donde se encuentra su lujoso complejo Mar-a-Lago.
Estados republicanos intentan bloquear a observadores electorales
Algunos estados con gobiernos republicanos intentan bloquear la observación electoral del Departamento de Justicia de Estados Unidos. Así, rompen con una tradición de décadas en el país en unas elecciones marcadas por las denuncias anticipadas de fraude por parte del expresidente Donald Trump (2017-2021).
Los fiscales generales de Florida, Misuri y Texas presentaron demandas individuales para evitar la entrada de observadores federales a sus estados.
Los dos primeros tuvieron sus recursos desestimados por los tribunales, mientras que en Texas el fiscal general logró un acuerdo con el Departamento de Justicia para prohibir que los observadores puedan entrar a los centros de votación este martes.
“Solo Texas maneja las elecciones en Texas y no vamos a ser intimidados por el Departamento de Justicia”, escribió el fiscal general del estado, el republicano Ken Paxton. Fue en un comunicado anunciando el acuerdo, “ningún agente federal podrá interferir con las elecciones libres y justas en Texas”.
Los observadores deberán permanecer por fuera de los centros de votación y de conteo, a una distancia de 30 metros. Sin embargo, los votantes pueden hablar con los abogados observadores si lo desean, según estipula el texto del acuerdo entre el gobierno estatal y el federal.
El Departamento de Justicia desplegó este martes, 5 de noviembre de 2024, decenas de funcionarios a 86 jurisdicciones en 27 estados de todo el país para supervisar que se respete el acceso al voto de los ciudadanos durante los comicios.
Uno de estos sitios es el condado de Bexar, al sur de Texas, donde viven más de dos millones de personas. El sheriff del condado, Javier Salazar, indicó que considera al Departamento de Justicia como un “buen aliado”.
“No me puedo imaginar por qué alguien no querría que a más funcionarios para ayudarnos a garantizar que los comicios sean seguros”, indicó Salazar.
El sheriff reconoció a su vez que en esta jornada electoral hay un nivel de ansiedad “elevado” en comparación con los comicios de 2020, pero indicó que el condado tiene a agentes desplegados en toda la región para asegurarse de el día transcurra con tranquilidad.
Los comicios generales de este año estuvieron marcados por la propagación de teorías de conspiración sobre la integridad de las elecciones, promovidas por legisladores republicanos y el propio candidato a la presidencia, Donald Trump.
La idea sin fundamento de que miles de migrantes indocumentados intentarán votar en estas elecciones llevó a que autoridades en varios estados, incluyendo Texas, decidieran “purgar” los registros electorales, en algunos casos dejando sin el derecho al voto a ciudadanos estadounidenses.
A su vez, funcionarios de inteligencia de EE.UU. enviaron alertas internas a diferentes agencias del gobierno federal sobre la amenaza de grupos extremistas con la intención de irrumpir en el proceso electoral.
Según documentos publicados por la ONG de transparencia Property of the People, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) alertó sobre un incremento en la amenaza de “violencia electoral” motivada por las teorías de conspiración.
El republicano Donald Trump y la demócrata Kamala Harris se disputan este martes, 5 de noviembre de 2024, la presidencia de Estados Unidos en una reñida contienda electoral que marcará el rumbo de la primera potencia mundial durante los próximos 4 años.
Arizona vota en colegios electorales blindados
El estado de Arizona, uno de los siete estados clave, salió este martes, 5 de noviembre de 2024, a las urnas para depositar su voto entre fuertes medidas de seguridad, con decenas de guardias desplegados en los principales centros de votación, drones y perímetros de acceso restringido.
Una fortaleza se erige alrededor del edificio de votación y conteo del condado de Maricopa, el más grande de Arizona ubicado en Phoenix, con grupos de policías aguardando en la entrada para dirigir a los votantes hacia las urnas.
Solo dos puertas, una de entrada y otra de salida, se habilitaron en este centro de votación al que acuden los votantes con sus vehículos desde la apertura de los colegios electorales en el estado a las 7:00 hora local (15:00 GMT).
En los alrededores se agolpan unos cuantos medios de comunicación, sobre los que pesa una restricción de unos 23 metros para la toma de imágenes y entrevistas a votantes. El edificio se encuentra además vallado por muros de púas y camiones de seguridad.
El principal centro de conteo de Maricopa, un condado que podría dar las llaves al nuevo inquilino de la Casa Blanca y en el que reside el 60 % de la población del estado, se blindó. Esto ante el temor de que se repitan los altercados de los pasados comicios, cuando centenares de seguidores de Donald Trump exigieron un recuento de votos tras la victoria de Joe Biden.
En otro centro electoral ubicado en el corazón del distrito económico de Phoenix, la imagen cambia: aunque persisten las restricciones de 23 metros, los votantes acuden a pie a ejercer su derecho al voto en urna.
Es el caso de Joshua, de 36 años, quien se saca una foto sonriente con el pin de ‘I voted’ (Yo voté) tras depositar sus papeletas en este pequeño centro.
“Es especial poner en el poder a quien crees y a quien apoyas. Y es libertad de elección, cómo construir y dar forma al país, cómo crees que es mejor”, dice.
Enfrente de este pequeño edificio se expanden una decena de rótulos en favor de los demócratas: “Salva la democracia”, reza uno de ellos, en los que se menciona a la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, y su compañero de fórmula, Tim Walz.
Otro de los carteles alude a otra de las cuestiones clave que discute Arizona en estas elecciones: la libertad reproductiva de las mujeres. Legalizado hasta las 15 semanas gestación, la Propuesta 139 que se incluye en las papeletas electorales busca reconocer el derecho fundamental al aborto en la constitución estatal.
“Lo más importante que impulsa mi voto es la decencia humana común y no ser una persona horrible. Ahí es donde está lo más importante, y el darles a las mujeres los derechos sobre sus propios cuerpos”, agrega Joshua.
Stephanie González, votante méxico-estadounidense de 25 años, cree que EE.UU. ya está preparado “para elegir a la primera mujer presidenta”. “Creo que Harris es la persona más preparada que tenemos en estas elecciones, que está mejor calificada para el puesto”, afirma.
“Tenemos muchos problemas en nuestras comunidades y creo que estamos listos para invertir en mejores soluciones que aborden los problemas de una manera proactiva y desde la raíz del problema que enfrentamos en lugar de sólo taparlo”, sentenció.
Movimiento MAGA acompaña a Donald Trump a votar
Decenas de simpatizantes del expresidente (2017-2021) y candidato republicano Donald Trump se reunieron este martes en el centro de votación del Morton and Barbara Mandel Recreation Center, de Palm Beach (Florida, EE.UU.), para apoyarlo y acompañarlo a votar en el lugar.
“Estoy aquí porque soy fiel seguidor de Donald Trump, él es un líder que puede decir no más, porque necesitamos un líder para la economía y las personas”, dijo Juan David Rubio, un colombiano- estadounidense residente en el área, quien pasó horas esperando la llegada del exmandatario.
Rubio es uno de los cientos de seguidores del aspirante a la Casa Blanca que hace parte del movimiento Make America Great Again (MAGA), que en español significa ‘Hagamos Grande a los Estados Unidos Otra Vez’, y que se animaron a acompañar a Trump en el momento de depositar su voto a la Presidencia.
Vestido con camiseta negra en la que está impresa la foto de Trump sobre las palabras “Never Surrender” (“Nunca rendirse”), Rubio repitió la retórica de la campaña del republicano sobre cómo los demócratas destruyen el país, sin dar mayores detalles.