El efecto de la ceniza del volcán islandés también llegó al Ecuador

En la finca Natuflor. El empresario Miguel Ponce muestra parte de los más de 50 mil tallos o botones que tuvo que triturar. Las flores que no se exportaron son convertidas en abonos.

En la finca Natuflor. El empresario Miguel Ponce muestra parte de los más de 50 mil tallos o botones que tuvo que triturar. Las flores que no se exportaron son convertidas en abonos.

Ecuador no escapó a los efectos de la nube de cenizas que expulsó el volcán Eyjafjöll, de Islandia, durante una semana.

Al menos dos vuelos comerciales de aerolínea holandesa KLM que debían salir desde Quito fueron cancelados, lo cual dejó varados a unos 300 pasajeros. Sin embargo, salieron dos días después. El primero el lunes y el segundo, el jueves pasados.

La mayoría de pasajeros eran extranjeros que habían llegado al país y que regresaban a sus lugares de origen y ecuatorianos que viven en Europa.

Dos casos son los de Mari Gabrielsen, noruega que llegó a Quito por cuestiones de negocios. La otra es Magdalena Quiroz, ambateña, que regresaba a Milán, Italia.

Aparte hubo casos de ecuatorianos que viajaban por diferentes motivos, como el de Luis Ramírez, quien debía asistir a un encuentro internacional de periodistas el jueves en Ginebra, Suiza, pero canceló el viaje, porque no pudo salir el martes.

El efecto económico del caos aéreo en Europa fue para el sector productivo, concretamente, para los floricultores. Se calcula que unos 350 mil botones o tallos fueron convertidos, diariamente, en abono orgánico. Eso equivale a USD 1 millón diario de pérdida. Producir cada flor cuesta entre USD 0,30 y 0,35.

Este Diario constató la resignación de los dueños de dos fincas, en la vía a Machachi, que veían cómo el trabajo de 90 días, que dura el crecimiento de una flor, se botaba. Esto, porque los vuelos de cargueros con destino a los mercados de Europa y de Rusia fueron cancelados. La flor, por ser un producto muy perecible -no dura más de 15 días desde el corte hasta llegar al consumidor final- se transporta por avión.

Antonino Chiriboga, de la empresa Flor Machachi, convirtió en abono orgánico unos 40 mil tallos, en los seis días que duró la crisis, mientras que Miguel Ponce, de la empresa Natuflor, más de 50 mil botones.

Pese a la paralización de los vuelos cargueros, las fincas floricultoras, que suman unas 4 000 ha en el país, no dejaron de producir. La flor es un producto que no espera para ser cortada de la planta y había que cortarla.

El sector turístico también fue afectado, ya que los visitantes europeos tuvieron que cancelar sus tours a destinos como Galápagos, Quito, la Amazonía y otros.

Así, una reducción de ingresos entre el 10 y 15% es el impacto que sufrió el turismo receptivo de Ecuador, que incluye a líneas aéreas, receptoras, hoteles, restaurantes, embarcaciones y otros.

Ese es el cálculo que hizo Roque Sevilla, presidente de la Federación Nacional de Cámaras de Turismo del Ecuador.

Durante los seis días de suspensión de los vuelos desde Europa, a Ecuador dejaron de llegar turistas sobre todo de Francia, Italia e Inglaterra. Incluso, pese a la reanudación de los vuelos, Sevilla cree que tardará 15 días para que se normalice la situación. Aseguró que por los vuelos cancelados, las operadoras ecuatorianas pudieron cobrar una indemnización. “Pero por la buena relación que existe con las empresas europeas se decidió pasar para otras fechas esos viajes cancelados”.

Aunque no es la temporada alta del flujo turístico desde Europa, Metropolitan Touring, por ejemplo, recibía normalmente entre 14 y 20 pasajeros en Galápagos. Tras la suspensión de los vuelos, dejó de atender a entre 8 y 10 personas cada día. Como la llegada de turistas desde países como Estados Unidos sigue, los tours se realizan con menos pasajeros.

Marco Subía, presidente de la Asociación de Representantes de Líneas Aéreas en el Ecuador (Arlae), dijo que aunque se hayan reanudado los vuelos, atender a los pasajeros y a la carga que quedaron represados implicará congestiones en las diferentes líneas aéreas. A eso se suman las pérdidas que significó para las diferentes compañías mantener parados los aviones. Las aerolíneas europeas perdieron alrededor de 200 millones de euros diarios, ya que tuvieron que pagar por parqueos, pilotos, seguros.... Aparte dejaron de vender los pasajes al no saber cuándo se reiniciarían los vuelos.

Testimonios

Antonino  Chiriboga. Floricultor

En 13 años no hubo una crisis como la de ahora

Este cultivo requiere de  13 trabajadores, permanentes,  por hectárea. En  12.5 ha,  requiero de 148 trabajadores. El 70% de la producción   va a Rusia, el resto a Europa. En 13 años que llevo en esta actividad nunca habíamos enfrentado una crisis como la de ahora, ni siquiera con  la ceniza del volcán Tungurahua. Después de esta crisis, muchas empresas quebrarán, porque estaban  afectadas tras la crisis del 2009.

      

Miguel Ponce Floricultor

Afecta que el esfuerzo se vaya a la basura

Nos han devuelto miles de botones de flor del aeropuerto. El empaque de cada tallo (pos cosecha) para exportar cuesta USD 0,60. A eso se suman los USD 0,35 de producción. Hay que cosechar las flores, porque no pueden quedarse en las plantas, porque se llenan de enfermedades. Botar los botones  afecta al productor y al trabajador, porque todo el  esfuerzo  se va  a la basura.

Alicia Gordón Pasajera

Debía viajar el 15 y me dieron pasaje para el 26

Debíamos viajar a Múnich (Alemania) el 15 de abril, en KLM, pero suspendieron el vuelo por el problema de la ceniza y nos dan pasaje  para el domingo 26 (hoy). Hemos perdido de trabajar este tiempo, pero entendemos la situación. Allá vivo, hace tres años,  con mi esposo, que es alemán. Soy de la provincia de Tungurahua. No nos subieron el precio del pasaje.

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