La convención demócrata inició con un duelo entre los seguidores de Clinton y los delegados de Sanders. Foto: EFE
La convención demócrata, en la que se designará oficialmente a Hillary Clinton como candidata a la Casa Blanca, se abrió este lunes 25 de julio del 2016 en Filadelfia en un ambiente de clara división a pesar de los constantes llamados a la unidad por parte del senador Bernie Sanders.
El inicio de los trabajos en el Wells Fargo Center, en Filadelfia, estalló en un ensordecedor duelo entre los seguidores de Clinton y los delegados de Sanders, en una impresionante cacofonía de abucheos y vítores de aprobación a la exsecretaria de Estado.
“Bernie, Bernie”, estallaban en las gradas los delegados de Sanders cada vez que el nombre de Clinton era pronunciado en el estrado, mientras otro coro respondía en forma igualmente ruidosa “Hillary, Hillary”.
La secretaria encargada de coordinar tareas en la Convención, la legisladora Marcia Fudge, intentó tímidamente pedir a los delegados respeto por los discursos, pero el coro se tornó aún más ensordecedor.
El partido, que pretendía hacer de esta convención nacional una fiesta de su unidad interna, llegó este instante profundamente dividido, aunque Sanders hizo este lunes un dramático llamado a sus seguidores a votar por Clinton en las elecciones de noviembre.
Divisiones evidentes
Pero la crisis se tornó inocultable en el partido. El martillazo que dio inicio a los trabajos de la convención fue dado por la secretaria del Comité Nacional Demócrata y alcaldesa de Baltimore, Stephanie Rawlings Blake, ya que la presidenta del partido, Debbie Wasserman Schultz, renunció el domingo.
En la mañana de este lunes, Wasserman Schultz intentó pronunciar un discurso ante delegados por el estado de Florida -que ella representa en la Cámara baja del Congreso- pero los abucheos e interrupciones la obligaron a salir escoltada del escenario.
Por su parte, Sanders tuvo que escuchar abucheos de sus propios seguidores al pedirles que voten por la exsecretaria de Estado ya que la prioridad es derrotar a Trump.
En la jornada, Sanders envió un mensaje personal a sus delegados para pedir que eviten alteraciones al orden durante la convención, y que la disputa principal no se resume a elegir un presidente.
“Se trata de transformar a Estados Unidos y continuar nuestra lucha por justicia económica, social, racial y ambiental. Tenemos que continuar trabajando juntos para hacer realidad el futuro progresista que todos apoyamos”, señaló Sanders en su nota.
Sanders y Wasserman Schultz son las figuras centrales del espectacular escándalo que sacudió al partido en vísperas de la convención nacional.
La crisis mostró el rostro el viernes con la publicación en el sitio WikiLeaks de casi 20 000 e-mails internos de altos dirigentes del partido en los que se muestra una postura favorable a Clinton en las primarias.
Este favoritismo fue algo que Sanders -quien hablará el lunes en la convención- había denunciado en varias ocasiones.
Por su parte, la presidenta interina del Comité Nacional del partido, Donna Brazile, dijo a la prensa que “hay más correos” que saldrán a la luz y adelantó que probablemente habrá en ellos “muchas cosas por las que tendremos que pedir disculpas”.
Instantes después del inicio de la Convención, el Comité Nacional emitió una nota oficial en la que presentó un “profundo y sincero” pedido de disculpas a Sanders por el episodio, y garantizó estar “tomando medidas para asegurar que esto nunca más ocurra nuevamente”.
El entorno de Clinton sugirió que los piratas rusos que se sospecha robaron los mensajes lo hicieron “para ayudar a Donald Trump”. “Es preocupante”, dijo su director de campaña, Robby Mook, en la televisiora ABC.
Pocas horas antes del inicio de la convención, el FBI anunció que investigará el robo de los correos electrónicos. El organismo “está trabajando para determinar la naturaleza y el alcance” del ciberataque a los servidores de correo del Comité Nacional Demócrata, indicó en un comunicado.
Derrotar a Trump
Sanders no escondió la enorme irritación ante un escándalo que demostró que tenía razón con sus quejas durante la primaria, pero este lunes enfrentó a sus propios delegados para explicarles que ahora la prioridad es impedir que Trump llegue a la Casa Blanca.
Un sondeo realizado por la cadena CNN y divulgado este lunes muestra a Trump por delante de Clinton en escenarios que consideran un duelo directo y otro en que le suman la candidata del Partido Verde, Jill Stein, y el libertario (anarcoliberal) Gary Johnson.
En el choque directo, Trump tiene una ventaja de 48% a 45% en intención de voto, pero en un escenario de cuatro candidatos supera a Clinton por cinco puntos (44% a 39%), según el sondeo.
A pesar de las altas temperaturas, el centro de Filadelfia fue tomado el domingo por miles de manifestantes, muchos más y mejor organizados que los grupos que protestaron durante la convención republicana en Cleveland.
Entre varias demandas ecologistas, las camisetas y las pancartas a favor de Sanders eran omnipresentes, y cientos de partidarios del perdedor de las primarias desfilaron ruidosamente.
Muchos de ellos ven en la filtración de WikiLeaks la confirmación de sus sospechas: “Los mensajes demuestran lo que sabíamos desde el principio”, dijo Dora Bouboulis, oriunda de Vermont.