Misiles disparados contra militantes que atacaban a la OTAN y a tropas afganas erraron y mataron a 12 civiles durante una ofensiva contra los talibanes en el sur de Afganistán, dijeron el domingo fuerzas de la OTAN.
“Es lamentable que en el curso de nuestros esfuerzos conjuntos se perdieran vidas inocentes. Extendemos nuestro más sentido pésame y nos aseguraremos de hacer todo lo posible para evitar futuros incidentes”, dijo el general estadounidense Stanley McChrystal, comandante de la OTAN, en un comunicado.
El presidente afgano Hamid Karzai expresó tristeza por el incidente e instó a la OTAN a ser cuidadosa durante la ofensiva para evitar víctimas civiles. “Al oír las noticias, Hamid Karzai ordenó inmediatamente una investigación. Él había pedido previamente que la operación fuera realizada cuidadosamente, para evitar que civiles inocentes murieran”, según la oficina del Presidente.
La Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) aseguró ayer que concluyó con resultados positivos para la coalición, la primera jornada de la ofensiva militar lanzada con fuerzas afganas en la provincia de Helmand, en el sur del país.
La ISAF reportó en un comunicado que la operación Moshtarak (Juntos), lanzada con tropas estadounidenses, británicas y afganas, completó el despliegue de soldados en las zonas de Maryah y Nad Alí. Tras el despliegue, según el mismo informe, se organizaron dos asambleas consultivas con participación del Ejército afgano y pobladores. Responsables de organismos de Naciones Unidas y de organizaciones no gubernamentales dijeron que la operación militar no causó un aumento del éxodo de la población.
Bob Ainsworth, ministro de Defensa británico, afirmó que los combates contra los talibanes “son un éxito” , pero las tropas deben “mantener el terreno ganado” . Dos soldados de la coalición, incluido uno británico, murieron el primer día del operativo.
Las tropas afganas y de la OTAN podrán estar avanzando en una ofensiva contra los talibanes, pero una pequeña ceremonia de izamiento de bandera en uno de sus recintos (ayer) atrajo disparos, sugiriendo que el grupo de milicianos sigue siendo desafiante.
Los infantes de Marina de Estados Unidos lideraron el sábado una de las mayores ofensivas de la OTAN contra los talibanes en Afganistán, como una prueba a la política de aumento de tropas del presidente Barack Obama. Pero los talibanes operan también desde Pakistán o cerca de su frontera.
Helicópteros que transportaban a infantes de Marina aterrizaron en el distrito de Maryah, el último gran bastión talibán en la provincia de Helmand. Así empezó la campaña de la OTAN para imponer el control del Gobierno en las zonas en manos de los rebeldes, antes de que las fuerzas de Estados Unidos inicien un retiro planificado, en 2011.
“Siempre soñé en izar la bandera de Afganistán sobre Maryah”, dijo Almast Khan, un soldado afgano de 22 años, en la ceremonia en un recinto controlado por los infantes de Marina de EE.UU. Pero supuestos milicianos dispararon contra los estadounidenses.
El comandante de los talibanes en el distrito de Maryah, el mulá Abdul Razaaq, dijo en una entrevista publicada en Internet que la OTAN exageraba la importancia estratégica de Maryah “para encubrir sus derrotas pasadas”.
Maryah ha sido un sitio de proliferación de insurgentes y una zona de lucrativo cultivo del opio que, según los países occidentales, financia a los milicianos.
La magnitud del problema quedó de manifiesto en el complejo tomado por EE.UU. Bolsas de drogas con valor de cientos de miles de dólares fueron descubiertas, al igual que sacos de químicos capaces de producir 45 kilogramos de explosivos, dijo Tim Coderre, un asesor civil estadounidense.
Hace décadas, la zona de Maryah era hogar de un proyecto de desarrollo afgano estadounidense. Sus canales, que atraviesan tierras de cultivos, fueron construidos por los estadounidenses.