El domingo, 16 de diciembre de 2024, dos petroleros rusos sufrieron graves daños en el estrecho de Kerch, una zona crítica que conecta el mar Negro con el mar de Azov.
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El accidente podría convertirse en una de las mayores catástrofes medioambientales del mar Negro, según expertos. Los barcos, construidos hace más de 50 años y modificados en los años noventa, llevaban miles de toneladas de combustible cuando se produjeron los incidentes, según El País.
El primero de los navíos, el Volgoneft 212, se partió en dos a unas ocho millas de la costa, cuando transportaba 4 300 toneladas de fuel. El naufragio ocurrió bajo condiciones meteorológicas adversas, con tormentas intensas, lo que obligó a evacuar a la tripulación, aunque lamentablemente, un marinero perdió la vida, afirma El País.
De acuerdo con El País, el resto de los ocupantes fue rescatado a tiempo, aunque algunos sufrieron heridas graves. Imágenes del accidente muestran la proa del barco a varios metros de la parte restante, flotando sobre una mancha de hidrocarburos.
El segundo incidente ocurrió poco después, cuando el Volgoneft 239, construido en 1973, también sufrió daños importantes y quedó a la deriva. Con un cargamento similar de productos petrolíferos, el barco encalló cerca de la costa, poniendo en peligro la biodiversidad marina. El gobierno ruso creó un centro operativo para contener el derrame.
Greenpeace advirtió que el desastre podría ser uno de los más graves de la historia de la región. Además, este naufragio pone de manifiesto los riesgos asociados a la flota de petroleros rusos, muchos de ellos antiguos y modificados en condiciones cuestionables.