‘Señores de las diferentes organizaciones que se disputan la plaza de Ciudad Juárez: la pérdida de dos reporteros de esta casa editora en menos de dos años representa un quebranto irreparable para todos los que laboramos aquí y, en particular, para sus familias”.
fakeFCKRemoveAsí, El Diario de Ciudad Juárez empieza su extenso editorial del domingo, dirigido a los grupos de narcotraficantes que operan en esa ciudad fronteriza con EE.UU. El motivo fue el asesinato de Luis Carlos Santiago Orozco, de 21 años, uno de sus fotógrafos, hecho ocurrido el jueves pasado.
El periodista gráfico iba en un coche de propiedad del visitador de la Comisión estatal de Derechos Humanos, Gustavo de la Rosa, para quien trabajaba.
Orozco fue atacado a tiros en el estacionamiento de un centro comercial. Realizaba prácticas en ese medio de comunicación y estaba próximo a ser contratado. Otro compañero quedó herido.
En noviembre del 2008, Armando Rodríguez, también periodista de El Diario de Ciudad Juárez, que cubría temas policiales, fue asesinado a balazos. De igual forma, el periódico publicó una carta al presidente de México, Felipe Calderón. Allí pidió que las autoridades esclarezcan el crimen y castiguen a los responsables. No hay resultados.
Sin duda, la parte más fuerte del comunicado es aquella que señala: “Como trabajadores de la información queremos que nos expliquen qué es lo que quieren de nosotros, qué es lo que pretenden que publiquemos o dejemos de publicar, para saber a qué atenernos”, dice más adelante.
El contenido del editorial fue interpretado como una rendición de parte del periódico. Y de esta forma, las agencias internacionales la divulgaron al mundo.
Pero, Pedro Torres, subdirector editorial de El Diario de Ciudad Juárez, señaló que la decisión de publicar un editorial para pedir una tregua a las bandas del crimen organizado fue porque no saben a quién pedir justicia.
En entrevista con W Radio, recogida por diario El Universal de México, el periodista dijo que la decisión se tomó porque “tenemos dos años pidiendo justicia y hasta ahorita no tenemos respuesta de las autoridades”.
El Gobierno mexicano reaccionó y rechazó esa “tregua”. “No cabe en modo alguno por parte de ningún actor el pactar, promover una tregua o el negociar con los criminales”, dijo el portavoz de Seguridad Nacional del Gobierno, Alejandro Poiré.
El funcionario indicó que las investigaciones que realiza la Procuraduría de Justicia del estado de Chihuahua indican que, en principio, el ataque estuvo motivado por razones “de índole personal y no por sus actividades profesionales”.
Poiré reconoció, ayer, que las organizaciones del crimen organizado tienen la capacidad de contar con esquemas de inteligencia y espionaje. El sábado, la Policía Federal detuvo en Tampico, estado de Tamaulipas, a cinco personas, entre ellas un guatemalteco, que llevaban equipo de cómputo supuestamente para espionaje, granadas y armas.
Entre el material que se les confiscó había tres computadoras con software especial, bases de datos de personas de 30 estados, así como equipo de videograbación a distancia y 11 cámaras para monitoreo de circuito cerrado.
En México, 28 000 personas han sido asesinadas en cuatro años, en hechos vinculados con el crimen organizado.