El matrimonio de Louis y David Turpin será juzgado por 49 cargos, entre ellos la tortura contra sus hijos, decidió el tribunal. Foto: EFE
La adolescente miraba un video de Justin Bieber en el teléfono celular. Al advertirlo, su madre comenzó a estrangularla. “¿Quieres morir?”, le preguntaba mientras lo hacÃa. “SÃ, quieres. Tú quieres morir. Quieres morir e ir al infierno”.
Asà habló Louise Turpin a una de los 13 hijos que con su marido, David Turpin, mantuvo encerrados, torturados y desnutridos en la ‘Casa del Horror’, como se apodó en California, la propiedad familiar en la ciudad de Perris. El sheriff adjunto del condado de Riverside, Manuel Campos, declaró que eso le dijo una de las menores vÃctimas, en la audiencia preliminar que decidió que el matrimonio irá a juicio.
Los detalles se conocieron a partir de las declaraciones de los oficiales de la policÃa que se ocuparon de los hijos de los Turpin, de entre dos y 29 años, quienes sufrieron abusos desde su nacimiento, nunca fueron a la escuela, nunca visitaron un dentista, no podÃan salir a la calle y tenÃan el ciclo de sueño invertido. Detenidos por 49 cargos, entre ellos tortura de menores, con una fianza de USD 12 millones cada uno, los Turpin enfrentan un juicio en el cual se los podrÃa condenar a 94 años de cárcel.
David Turpin también quedó acusado de cometer actos lascivos con un menor y de haber tratado de abusar de una de sus hijas. Foto: EFE
David Turpin también quedó acusado de cometer actos lascivos con un menor y de haber tratado de abusar de una de sus hijas, la adolescente que logró escapar y llamar a la policÃa, quien dijo que cinco años atrás su padre le habÃa bajado los pantalones y la habÃa sentado sobre su falda. También habÃa tratado de besarla en la boca.
El 14 de enero de 2018, tras dos años de planificación, la muchacha saltó de una ventana con un teléfono desactivado, que solo servÃa para llamar al 911, al fin de cuentas lo único que ella necesitaba. En el momento en que logró salir, tenÃa conocimiento de que tres de sus 12 hermanos y hermanas estaban encadenadas a sus camas como castigo.
“QuerÃa llamarles asà pueden ayudar a mis hermanas”, dijo con una voz infantil, de tono agudo. Cuando le pidieron el domicilio, dijo que no lo sabÃa: “Nunca salà a la calle“.
Tras escuchar esa grabación —que no se hizo pública por el desarrollo del proceso legal— y evaluar otras pruebas del abuso de años que sufrieron los hermanos Turpin, el juez del Tribunal Superior Bernard Schwartz tomó la decisión de dar inicio al proceso.
Los hijos señalaron a su madre, Louis Turpin, de haberlos lacerado y estrangulado durante toda su vida. Foto: EFE
En la audiencia preliminar, los defensores habÃan pedido que no se avanzara, y los detenidos se habÃan manifestado inocentes de todos los cargos. Sin embargo, Schwartz dijo: “Está claro que a todos y cada uno de estos niños se infligieron grandes lesiones fÃsicas“.
Algunos de ellos pasaron a ser adultos en la ‘casa del horror’, como el joven de 22 años que estaba encadenado a una cama cuando la policÃa ingresó a la propiedad de Perris en enero (mientras los Turpin desencadenaban a otras dos hijas, de 11 y 14 años) o la mayor de los hermanos, una mujer de 29 años que, debido al maltrato y la desnutrición, pesaba 37 kilos.
Todos los hermanos pasaban hambre y, por el debilitamiento muscular consecuente, parecÃan menores: al comienzo la policÃa creyó que todos lo eran. Una niña de 12 años tenÃa el tamaño que logra en promedio una de 7 años; una de 17, el de una de 10.
En la ‘casa del horror’, los 13 hijos de los Turpin sufrÃan maltratos, tortura, detención ilegal y abusos, dijo el fiscal del caso. Foto: Archivo/ AFP
Los padres golpeaban y a veces estrangulaban a los hijos, según la FiscalÃa. Los solÃan atar, al comienzo —el maltrato se remonta al tiempo en que la familia vivÃa en Fort Worth, Texas, antes de que en 2010 se trasladaran a California— con sogas y luego con cadenas, a veces durante meses. “No se les permitÃa bañarse más que una vez al año”, informó The Washington Post, “y si se lavaban las manos por encima de las muñecas se los encadenaba por ‘jugar con agua’, dijo el fiscal de distrito Mike Hestrin tras el arresto de los Turpin en enero”.
Entre los seis policÃas que testificaron, Campos señaló que uno de los menores le dijo que debÃan llamar a sus padres “madre” y “padre” para evocar “los tiempos bÃblicos”.
Se suponÃa que los niños eran educados en la casa, pero en realidad solo se los mantenÃa alejados del mundo. “Casi lo único que los niños podÃan hacer en sus habitaciones, o encadenados, era escribir en diarios“, dijo el fiscal Hestrin. “Hemos recuperado esos diarios, cientos de diarios”.
David y Louis Turpin junto a sus 13 hijos en su boda. La familia compartÃa sus imágenes en Facebook. Foto: Facebook
Cuando no estaban encadenados, vivÃan encerrados bajo llave en distintas habitaciones. Se los alimentaba muy poco pero se les mostraba comida, como pasteles de manzana, que solo podÃan mirar, no comer ni tocar. “No se les permitÃa tener juguetes, aunque en la casa se encontraron muchos, incluso en su envoltorio original, nunca abierto”.
Los abogados de David Turpin argumentaron que, como pasaba mucho tiempo fuera de la casa, no participó de mucho del abuso. El juez estuvo de acuerdo, pero señaló que aunque Louise Turpin habÃa sido la principal perpetradora, su marido nunca habÃa hecho nada por impedirlo.
En la llamada de emergencia la adolescente dijo que no sabÃa mucho sobre su madre. “No nos cuida. Solo nos encadenan si hacemos algo malo. Mis hermanas se despiertan llorando”.