La propuesta de eliminar el aborto del Código Penal en Ciudad de México genera controversia, incluso dentro del movimiento feminista.
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Despenalización total del aborto genera debate interno
La despenalización total del aborto en la Ciudad de México, una propuesta impulsada por el partido Morena, desató un intenso debate en el Congreso local y en la sociedad mexicana.
La medida busca eliminar el aborto del Código Penal, con el objetivo de garantizar que ninguna mujer sea sancionada por interrumpir su embarazo, sin importar el momento de la gestación.
Aunque la propuesta fue aprobada por las comisiones del Congreso la semana pasada, fue enviada a la “congeladora” legislativa sin previo aviso, lo que retrasa su discusión en el pleno.
La diputada Ceci Vadillo, una de las impulsoras de la reforma, enfatizó la necesidad de eliminar las penalizaciones para las mujeres que deciden abortar. Esto especialmente, para aquellas que no lo hacen dentro del marco de las primeras 12 semanas de gestación, cita El País.
Legal desde 2007 hasta la semana 12 del embarazo
Desde 2007, el aborto en la Ciudad de México es legal hasta la semana 12 de embarazo, y después de este período solo se permite en casos excepcionales, como violación o riesgos graves para la salud de la mujer. Sin embargo, las cifras muestran que, a pesar de estos avances, aún existen mujeres que son criminalizadas por abortar fuera de los plazos establecidos.
De acuerdo con datos oficiales, en los últimos 9 años, más de 1 250 mujeres fueron investigadas por el delito de aborto en la capital, afectando principalmente a las más pobres, quienes no tienen acceso adecuado a servicios de salud.
División en el movimiento feminista
El debate sobre la despenalización total dividió a los grupos feministas. Mientras algunas activistas defienden la reforma. Otras aseguran que el aborto debe tratarse como un tema de salud y no penalizarse, otras, como la abogada Paola Zavala, expresaron su preocupación por las implicaciones éticas y jurídicas de la propuesta.
Zavala subraya que el límite de las 12 semanas debe mantenerse, basándose en principios científicos sobre la viabilidad del feto y su capacidad para sentir dolor.
El tema captó la atención de medios internacionales, como El País, que cubrió las tensiones que genera esta reforma en la sociedad mexicana. Por su parte, Rebeca Ramos, directora del Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), defiende que la reforma solo busca eliminar el tipo penal y que la regulación sanitaria debe seguir siendo la base para garantizar los derechos reproductivos de las mujeres.
También señala que el cambio de enfoque ayudaría a liberar a los médicos de la amenaza de enfrentar cargos penales por realizar abortos.
La polémica se extiende más allá de las cuestiones legales y éticas, con voces que advierten sobre posibles consecuencias no deseadas, como el fomento a la industria de los vientres de alquiler, un tema que genera preocupaciones entre quienes se oponen a la despenalización total.
La especialista en derechos reproductivos, Ana Cristina González, sostiene que la eliminación de las leyes penales sobre el aborto es un paso hacia el reconocimiento de la autonomía de las mujeres y la mejora en su salud.
A pesar de los avances legislativos en diversas partes del país, la despenalización total sigue siendo un tema polémico. Las defensoras de los derechos reproductivos insisten en que el aborto debe abordarse desde una perspectiva de salud pública, no como un delito. Según El País, estas discusiones siguen siendo esenciales para el futuro de los derechos de las mujeres en México.