El índice de desaprobación del gobierno del presidente brasileño, el ultraderechista Jair Bolsonaro llegó al 50 por ciento en momentos en que el mandatario volvió a poner en duda la eficacia de las vacunas anticovid y defendió el tratamiento precoz contra la enfermedad con medicinas cuya eficacia no está comprobada científicamente, como la cloroquina.
De acuerdo con el sondeo del instituto Ipec, mientras que el índice de rechazo al Gobierno subió once puntos porcentuales en cuatro meses, el de aprobación cayó cinco, desde el 28 por ciento en febrero hasta el 23 por ciento en junio.
Bolsonaro afirmó en su transmisión semanal por redes sociales que varios países están registrando problemas por la aplicación de la vacuna desarrollada por el laboratorio chino Sinovac por su falta de eficacia.
“Esa vacuna está con problemas en diferentes países que la están usando, como en Chile. Y en Brasil no es diferente. En algunos asilos en que ya fueron aplicadas las dos dosis las personas están contrayendo la covid y están muriendo”, afirmó.
“Se trata de la vacuna que un gobernador quiso comprar y ahí estamos viendo los problemas”, agregó en referencia al gobernador del estado de Sao Paulo, Joao Doria, su principal rival en el campo conservador y responsable por el proyecto que permitió la fabricación de la vacuna Sinovac en Brasil.
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Bolsonaro también criticó las medidas de distanciamiento social impuestas por gobiernos regionales y municipales para intentar frenar la pandemia.
Bolsonaro insistió en su negacionismo con respecto a la gravedad de la pandemia el día en que Brasil, uno de los países más castigados por la pandemia en el mundo, sumó 18,2 millones de contagios y registró un promedio semanal récord de 77 265 casos diarios.
El porcentaje de brasileños que dice desconfiar del gobernante subió desde el 61 por ciento en febrero hasta el 68 por ciento en junio y el de los que asegura confiar cayó desde el 36 hasta el 30 por ciento en el mismo período.