Las denuncias de corrupción en el ente estatal Petrobras golpean de lleno a la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, quien en la época de las denuncias comandaba el consejo de administración de la petrolera, y que en octubre próximo disputará la reelección.
Los negocios que están en el ojo del huracán, y que han ocasionado pérdidas millonarias a la petrolera, fueron aprobados en su momento por Rousseff, lo que hoy atenta contra la imagen de “gestora eficiente” con la que la exministra de Minas y Energía y jefa del Gabinete Civil del pasado gobierno de Lula da Silva llegó al poder.
Uno de los negocios fallidos es la compra del 50 por ciento de las acciones de una refinería en Pasadena, Estados Unidos, que fue cuestionada por el Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU), que apuntó que en 2005 su valor era estimado en 50 millones de dólares.
Petrobras pagó al año siguiente USD 360 millones por una participación del 50%. Para agravar la situación, en 2012 Petrobras fue obligada, con base en una polémica cláusula del contrato, a comprar el otro 50% de las acciones, lo que llevó el valor del negocio a 1 180 millones de dólares.
Líos con planta en Japón
También fue deficitaria la compra de la refinería de Okinawa, en Japón, realizada en abril de 2008. Según informó el diario O Estado de Sao Paulo, Brasil pagó 71 millones de dólares por esa planta, pero al día de hoy ya lleva gastado el triple de ese valor para resolver problemas ambientales y realizar mejoras operativas en la unidad, que opera al mínimo de su capacidad.
En ambos negocios están involucrados dos exaltos funcionarios de la estatal denunciados por corrupción e irregularidades. Uno es el exdirector de negocios internacionales, Nestor Cerveró, acusado por Rousseff de presentar el informe “con fallas” en el que se basó para aprobar la compra de la refinería estadounidense.
El otro es el exdirector de refinación y abastecimiento de Petrobras, Paulo Roberto Costa, que está siendo investigado por el Ministerio Público por presuntas irregularidades cometidas en el marco de los negocios de la estatal.
El exejecutivo está preso por presuntos nexos con una red de lavado de dinero, contrabando de piedras preciosas, narcotráfico, corrupción de funcionarios públicos y evasión de divisas e impuestos.
Oposición a la carga
La crisis llevó a que al día de hoy Petrobras enfrente sendas investigaciones por parte de la Policía Federal, el Ministerio Público (Fiscalía) y el Tribunal de Cuentas, y que además acumule en los últimos tres años pérdidas estimadas en unos 80 400 millones de dólares.
A instancias de la crisis de la estatal “modelo” de Brasil, la oposición carga sus municiones. “Desde que asumió la actual Presidenta, el perjuicio, la pérdida de valor de mercado, sumadas Petrobras y Electrobras, llega a USD 100 000 millones”, disparó el senador socialdemócrata Aécio Neves, precandidato del principal partido opositor del Gobierno.
“¿Esa es la gestión eficiente, la conducción dada por alguien que conoce de esos asuntos?”, indagó Neves.
También el Partido Socialista Brasileño se hizo eco de la crisis del ente para atacar la imagen de buena gestora de la Presidenta. “Este caso de Petrobras tiene que ser visto dentro de un contexto de fracaso de la política energética y la deja (a Rousseff) aún más vulnerable porque ella construyó esa imagen de gestora en esa área y debería entender más”, dijo el líder de los socialistas en el Senado, Rodrigo Rollemberg.
Paralelamente, una comisión de la Cámara de Diputados investiga acusaciones de millonarios sobornos a funcionarios de Petrobras por parte de la holandesa SBM Offshore, para obtener contratos de alquiler de plataformas petroleras.
Dilma, con el 40% de apoyo
Según las últimas encuestas, Rousseff continúa liderando la carrera electoral con 40% de las intenciones de voto, más que la suma de todos sus probables adversarios. Entre ellos están Aécio Neves, Eduardo Campos y Marina Silva.
Habrá que aguardar si las recientes revelaciones socavarán o no el liderazgo de la mandataria del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), que el 5 de octubre buscará conquistar el cuarto período consecutivo de la agrupación al frente del gobierno de Brasil.
En contexto
Petrobras es mirada con preocupación en el mercado. Según una nota del diario especializado Financial Times, la firma brasileña pasó, en cinco años, del puesto 12 al 120 de las mayores empresas del mundo. Su deuda líquida asciende a USD 96 000 millones.
Admito haber autorizado el negocio de Petrobras. La decisión se basó en un informe con fallas técnicas…” Dilma Rousseff Presidenta de Brasil