Cambiar la ubicación de la mezquita proyectada cerca de la Zona Cero de Nueva York daría una impresión errónea a los musulmanes del mundo entero, advirtió el imán Feisal Abdul Raúf, impulsor de la polémica iniciativa.
“Mi mayor inquietud es que al trasladarla daría la impresión de que el Islam está bajo amenaza en Estados Unidos”, señaló ayer Raúf a la cadena de televisión ABC News. “Fortalecerá a los extremistas musulmanes, ayudará a su capacidad de reclutamiento y pondrá en peligro a nuestros soldados, nuestras embajadas, nuestros ciudadanos”, afirmó el clérigo neoyorquino.
La mezquita forma parte de un centro cultural musulmán proyectado a dos cuadras de donde estaban las Torres Gemelas del World Trade Center, blanco de los ataques perpetrados el 11 de setiembre de 2001.
Miles de personas salieron el sábado a las calles de Nueva York en dos protestas antagónicas con ocasión del noveno aniversario de esos atentados en los que murieron 2 752 personas, con el fondo de la anunciada quema de coranes en Florida (sudeste), finalmente cancelada por su promotor, el pastor integrista cristiano Terry Jones.
La Policía utilizó barreras metálicas para cerrar la calle del propuesto centro islámico, foco de un debate nacional y que expuso la desconfianza que generan los musulmanes en la sociedad estadounidense a casi una década de los atentados que mataron a cerca de 3 000 personas en Washington y Nueva York.
Quienes apoyan el proyecto -en su mayoría activistas no musulmanes – afirman que la oposición a la mezquita está basada en el racismo y en un fanatismo antiislámico. La construcción en el sitio de una vieja tienda de ropa fue propuesta por Raúf, conocido como imán progresista, con la intención de darle una nueva cara al Islam en Estados Unidos.
Según Raúf, renunciar a levantar la mezquita en ese predio vecino a la Zona Cero podría percibirse como un “ataque al Islam en Estados Unidos”. “La forma en que Estados Unidos trata a los musulmanes es observada por más de 1 000 millones de musulmanes en el mundo entero”, aseguró el clérigo, aunque evitó responder si seguirá adelante con la obra en cuestión.
“La decisiones que yo tome -que tomemos- buscarán el bien de todos”, dijo en la entrevista con el programa ‘ This Week’.
Raúf dijo temer que “la islamofobia alcance, o incluso supere” el sentimiento antiislámico surgido en 2001 después de los atentados del 11 de setiembre. No obstante, rechazó la idea de que los musulmanes lo pasan mal en Estados Unidos. “El hecho es que los musulmanes son muy felices y prósperos en este país”, aseguró. “La ley y nuestro sistema político nos protegen (…). Y el mundo musulmán debe reconocerlo”.
Según los sondeos, siete de cada 10 estadounidenses se oponen al futuro centro islámico en Nueva York. No obstante, el proyecto urbanístico cuenta con el apoyo del alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg, y fue respaldado por el presidente Barack Obama, quien lo consideró como una prueba de la libertad y tolerancia religiosa de la sociedad estadounidense. Obama dijo el sábado que los ataques del 11 de septiembre “no fueron cometidos por una religión, sino por Al Qaeda”, y que Washington “jamás estará en guerra con el Islam”.
Más manifestaciones en Afganistán
El ‘mundo musulmán’ habría afrontado un desastre si se concretaba el plan para quemar ejemplares del Corán en el aniversario de los atentados perpetrados el 11 de septiembre de 2001, dijo ayer el imán de Nueva York, Feisal Abdul Rauf.
Los afganos protestaron violentamente ayer en Kabul por tercer día consecutivo pese a que el pastor Terry Jones abandonó su plan de quemar copias del Corán. Dos manifestantes fueron baleados y murieron en la provincia oriental de Logar.