Familiares de los presos opositores cubanos se mostraron ayer esperanzados con que se produzca la excarcelación de los más enfermos. Esto, después de que el gobierno del presidente Raúl Castro comenzara el martes a trasladar a algunos reos a prisiones próximas a sus familias. “Estamos muy optimistas. Esto es como una lucecita que entra por una rendija de una ventana”, dijo en La Habana Berta Soler, una de las integrantes de las llamadas ‘Damas de Blanco’. Un grupo formado por madres y esposas de opositores encarcelados desde marzo del 2003. “Estamos esperando que en cualquier momento nos llamen y nos digan que han sido liberados algunos de los más enfermos, porque tenemos a varios muy enfermos y mayores”, añadió la esposa del disidente preso Ángel Moya, condenado a 20 años de cárcel. Como fruto del diálogo entre el gobierno cubano y la Iglesia Católica, el martes seis presos fueron trasladados a cárceles más cercanas a sus familias. Según la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, formada por opositores, en total se prevé el traslado de hasta diez presos más recluidos en provincias diferentes a las de residencia de sus familias. Después del encuentro mantenido hace dos semanas entre el presidente Castro y el arzobispo de La Habana, Jaime Ortega, el gobierno prometió a la Iglesia excarcelar, además, a los opositores más enfermos, si bien las autoridades no lo han confirmado oficialmente hasta el momento. Organizaciones defensoras de derechos humanos señalan que en Cuba hay unos 200 presos políticos, aunque el gobierno de Castro lo niega y asegura que todos ellos han sido debidamente juzgados y condenados por ser agentes de una potencia extranjera. Las autoridades niegan igualmente que en sus cárceles haya presos cuyo estado de salud sea incompatible con el régimen penitenciario. Los seis presos trasladados el martes forman parte de los 75 opositores detenidos en marzo del 2003 y condenados a hasta 28 años de prisión bajo la acusación de ser “mercenarios” al servicio de Estados Unidos. De ellos, más de medio centenar siguen en prisión, mientras que el resto han sido excarcelados por motivos de salud. Ayer, Estados Unidos dijo que sigue de cerca los informes sobre el traslado de algunos presos políticos en Cuba a provincias donde viven sus familias. El portavoz del Departamento de Estado, Charles Luoma-Overstreet, reiteró su pedido de que los prisioneros políticos cubanos sean liberados.