Varias ONG y partidos expresaron su firme oposición a la enmienda aprobada el miércoles por el Parlamento de Bulgaria. Prohíbe la “propaganda” relacionada con el colectivo LGBT+ en las escuelas y que, a su juicio, supone una grave vulneración del derecho comunitario.
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La enmienda a la Ley de Educación, propuesta por el partido ultranacionalista y prorruso Resurrección, fue aprobada en doble votación por amplia mayoría.
En la segunda y definitiva votación participaron 200 de los 240 diputados, de los que 135 votaron a favor, 57 en contra y hubo 8 abstenciones.
Además de los diputados ultranacionalistas, la enmienda contó con el respaldo del Partido Socialista Búlgaro. Es socialmente conservador y contrario a lo que define como “ideología de género”, así como de los conservadores del GERB, que forma parte del Partido Popular Europeo.
En contra votaron los liberales reformistas del PP-DB, el partido de la minoría turca y algunos diputados del GERB, que criticaron la decisión de la dirección de su formación.
Prohibición de propaganda
La ley prohíbe “la propaganda, promoción o incitación de cualquier forma, directa o indirectamente, en el sistema educativo. Específicamente, de ideas y puntos de vista relacionados con la orientación sexual no tradicional y/o la identidad de género distinta a la biológica”.
La aprobación de esta enmienda, similar a normas adoptadas en Rusia y Hungría, genera una oleada de críticas, y anoche también se produjo una pequeña protesta en el centro de Sofía.
¿Populismo?
Elisaveta Belobradova, diputada del reformista PP-DB, calificó la medida como “populismo barato”.
Por su parte, Georgi Georgiev, del conservador GERB, señaló que esta definición sienta un “precedente inaudito” y contradice la Convención Europea de Derechos Humanos.
Las ONG advirtieron sobre las implicaciones negativas de la enmienda y sobre la ambigüedad legal que conlleva, redactada con términos vagos y poco precisos.
Denitsa Lyubenova, abogada de la ONG Deystvie, indicó que la ley “presagia implícitamente una caza de brujas. Sanciona cualquier esfuerzo educativo relacionado con personas LGBT+ en las escuelas”.
“La prohibición no es una idea original de los preocupados diputados de Resurrección. Es un modelo ruso que ya se trasladó a otros países con democracias en crisis, como Hungría y Georgia”, criticó.
La organización feminista LevFem, que organizó la manifestación en Sofía, afirmó que la enmienda dificultará combatir el acoso escolar hacia menores debido a su orientación sexual.
La ONG de defensa de derechos humanos Comité de Helsinki de Bulgaria señala que la enmienda viola derechos humanos básicos protegidos tanto por la Constitución búlgara como por leyes y convenciones internacionales de la UE.
Según Radoslav Stoyanov, copresidente del Comité de Helsinki, a pesar de los “argumentos imaginarios” con los que se impulsó la prohibición, tendrá un impacto negativo muy real en los menores.
“Sin duda perjudicará a los estudiantes porque les privará del acceso a información científica, objetiva y verificada de la que a veces depende su salud y su seguridad. También provocará un empeoramiento del entorno para los estudiantes LGBT”, explicó.
Según él, la nueva prohibición “sigue el modelo de un régimen antidemocrático que cometió crueles violaciones de los derechos humanos contra las personas LGBT, como es el régimen ruso de Putin”.