Las crisis unieron a Europa y América Latina

La cumbre reunió a 60 países de ambos continentes; acuerdos de varios tipos fueron firmados por las delegaciones nacionales.

La cumbre reunió a 60 países de ambos continentes; acuerdos de varios tipos fueron firmados por las delegaciones nacionales.

Los gobernantes de los 60 países de la Unión Europea, América Latina y el Caribe reunidos esta semana en la capital española coincidieron en afirmar que la unidad entre las dos regiones es fundamental para afrontar los males que sacuden al mundo.

El socialista José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno de España, afirmó que las dos regiones separadas por el Atlántico son socios globales para enfrentar y salir de la crisis económica mundial.

En esa tarea, estos “socios globales” deben abrir y no cerrar fronteras, añadió Zapatero, haciéndose cargo de lo planteado por Argentina y Bolivia, que pidieron que no se discrimine a los inmigrantes.

En la declaración de 43 puntos de la VI Cumbre Unión Europea-América Latina y el Caribe (UE-ALC), se plantea que “para la erradicación de la pobreza y el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio” en el 2015, resultan indispensables “la diversificación y la complementariedad de las matrices energéticas”.

Esto se logrará mediante la promoción de las fuentes renovables, eficiencia, cambios en los actuales modelos de consumo y producción y mejoramiento de la conectividad regional de la energía. “Intercambiaremos experiencias sobre tecnología, normas y reglamentaciones en materia de biocombustibles, energía hidroeléctrica y otras energías”, se indica en el punto 13.

Entre las medidas concretas adoptadas en esta cumbre se destaca la creación de un fondo, denominado Mecanismo de Inversión en América Latina, de 3 000 millones de euros (unos 3 660 millones de dólares) para áreas prioritarias.

Otro resultado del encuentro fue el compromiso unánime de combatir y terminar con la impunidad de todos los delitos de lesa humanidad en los países de ambas regiones.

La declaración final señala que “se deberán adoptar medidas de ámbito nacional, u otro ámbito adecuado, e intensificar la cooperación internacional, a fin de que dichos delitos sean sometidos a la acción de la justicia”, a la vez que se invita a los países que aún no lo hayan hecho a suscribir y ratificar el Estatuto de Roma, que creó la Corte Penal Internacional.

Los jefes de Estado y de Gobierno y otros representantes prestaron especial atención a la igualdad entre mujeres y hombres y expresaron su condena a la violencia de género.

Asimismo, se aprobó la creación de la Fundación UE-ALC, que se ocupará de “suscitar el debate sobre estrategias y actuaciones comunes, así como mejorar su visibilidad”.

Quedó pendiente determinar la sede de la Fundación, cuyos candidatos son Alemania, Francia e Italia, en tanto que se acordó un presupuesto para su instalación y su primer año de actividades.

En el marco de la cumbre, Zapatero alabó la reactivación de las negociaciones con el Mercosur para conseguir “un Acuerdo de Asociación ambicioso y equilibrado”, que, en caso de concretarse, sería “el acuerdo de libre comercio más importante de la UE”, ya que englobaría a 700 millones de ciudadanos y 100 000 millones de euros anuales (122 000 millones de dólares) de comercio interregional.

En la cumbre también se renovó el compromiso de solidaridad con Haití, un país que según Rodríguez Zapatero “necesita recobrar la dignidad y la esperanza”.

Unas 80 organizaciones no gubernamentales de ambas regiones, reunidas en los días previos a la cumbre, difundieron un comunicado afirmando que “la crisis actual es una posibilidad de avanzar más decididamente en alternativas de cambio que comprendan la complejidad e integralidad de los procesos políticos, sociales, ambientales, culturales y económicos de nuestros continentes”.

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