El Gobierno venezolano redujo el viernes el monto de las divisas que autoriza para los viajes al exterior y las remesas. Igualmente, limitó solo para residentes el pago en moneda nacional de los boletos aéreos, con lo cual espera ahorrar más de USD 1 500 millones al año.
El nuevo sistema cambiario marca el fin del acceso al dólar preferencial para los venezolanos que viajen al extranjero y los importadores de productos no prioritarios, en un intento por optimizar la asignación de divisas bajo el control de cambios vigente desde el 2003. La nueva resolución dispone que los venezolanos podrán gastar hasta USD 3 000 anuales o su equivalente en otras divisas en consumos en el exterior, cifra que incluye el gasto destinado a compras por Internet y un avance en efectivo.
Los desajustes cambiarios habían generado una ficción insostenible: los pasajeros que disponían de dólares podían viajar como príncipes por precios irrisorios al otro lado del mundo, mientras que la factura era pagada por el Gobierno.
Por esta razón se produjeron deudas astronómicas con las líneas aéreas, que ante la falta de pago empezaron a suspender sus vuelos. Ese fue el caso de la ecuatoriana Tame, que no llegó con su frecuencia diaria a Caracas el jueves y el viernes por el no pago de USD 43,1 millones. Tras un acuerdo, los vuelos se reanudaron ayer.