Imagen referencial. En Madagascar, los casos de covid-19 aumentan frente a un ofrecimiento del Gobierno de ese país de curar a los enfermos con una infusión. Foto: Reuters
En Antananarivo, las sirenas de las ambulancias se oyen constantemente, los principales hospitales públicos están desbordados y el palacio de deportes de Mahamasina se ha transformado en un hospital con capacidad para 250 camas.
La capital de Madagascar está registrando un fuerte aumento de casos de covid-19 a pesar de la distribución de una tisana a base de plantas que, según las autoridades, es un remedio contra el virus. Una situación que ha hecho saltar tensiones dentro del Gobierno, dividido sobre la estrategia que habría que adoptar.
La gran isla del océano Índico superó el martes 28 de julio la barrera simbólica de los 10 000 casos, incluyendo 93 decesos.
El número de nuevos contagios diarios varía entre los 300 y los 400, mientras que hace unas semanas era de unos cien.
Las autoridades barajan varias explicaciones: “el aumento de la capacidad de diagnóstico”, “la fuerte densidad de la población” en Antananarivo o el no consumo de la tisana, elaborada con artemisa, venerada por el presidente, Andry Rajoelina, y repartida por Madagascar y en varios países, sobre todo africanos.
La infusión, llamada Covid-Organics o CVO, tiene virtudes preventivas y curativas contra el nuevo coronavirus, afirma el jefe del Estado, que este fin de semana inauguró un hospital de campaña. Pero ningún estudio científico ha probado su eficacia.
Cuatro meses después de que apareciera el primer caso de covid-19 en Madagascar, los principales hospitales de la capital no dan abasto para atender a los pacientes.
“El número de casos aumenta cada vez más, así que […] solo aceptamos los casos graves”, explicó el director del hospital Andohotapenaka, Nasolotsiry Raveloson.
El ministro de Salud, Ahmad Ahmad, dio la voz de alarma la semana pasada.
La pandemia “evoluciona en las últimas semanas de un modo muy crítico en Madagascar, con brotes epidémicos importantes” en varias regiones, incluyendo Antananarivo, advirtió en una carta, en la que solicitaba la ayuda de la comunidad internacional.
Druida
Unas declaraciones que causaron irritación en el Ejecutivo, que se declaró “consternado” por la “iniciativa personal” del Ministro.
Una caricatura del dibujante malgache POV, publicada en el Express de Madagascar, resume el guirigay que se ha armado dentro del Gobierno.
En ella, aparece el Ministro de Salud colgando de un árbol, medio amordazado. “Hay que reorientar nuestra estrategia de lucha contra la covid-19”, le dice al presidente, disfrazado de druida frente a una inmensa marmita. A su lado, la portavoz del Gobierno le grita al Ministro, que también es radiólogo: “ ¡Silencio! ¿Acaso sabe usted algo de salud?”.
La famosa poción también causa divisiones entre la población.
“Para ver si el CVO funciona, basta con ver el número de casos”, sostiene Mirato Rabearson Mahefamanana, un médico. “¿Por qué hay tantos?”.
Paul Rabary, exministro de Educación, afirma que ha tomado la infusión de manera escrupulosa pero que, aún así, contrajo el covid-19. “Consulté con cuatro médicos privados y ninguno me recetó el Covid-Organics”, explica.
“Si por desgracia me contagiara de esa enfermedad, prefiero que me atiendan médicos que no utilicen el CVO”, asegura Marcel Razafimahatratra, un sociólogo.
Reservas sin utilizar
Yvonne Ravaoalisoa, una comerciante, opina lo contrario. “Desde que tomamos el CVO, nadie en casa ha caído enfermo”, afirma la mujer, de 60 años, que vive con sus dos sobrinas.
Un diputado opositor, Liantso Bina Andriamanjato, también comenta maravillas de la bebida. “Es un remedio simple pero eficaz que me curó”, asegura.
Tras haberla repartido a bombo y platillo por las calles de las grandes ciudades y en las escuelas, el Estado continúa distribuyendo la infusión, si bien más discretamente, en los centros de salud de Antananarivo.
Sin embargo, la tisana genera ahora mucha menos expectación que al principio.
En los países africanos que recibieron la tisana, también existen dudas sobre su eficacia.
En Congo–Brazzaville, donde se efectuaron tests, “los resultados se inclinan hacia una eficacia limitada”, señaló Alexis Elira Dokekias, responsable de la atención de enfermos de coronavirus.
Y lo mismo se constató en Nigeria: la agencia nacional del medicamento “no halló pruebas de propiedades realmente curativas” contra el covid-19, afirmó el ministro de Salud, Osagie Ehanire. Así las cosas, las reservas de la infusión no se han utilizado.